Tres puntos, el liderato y honor. Eso estuvo en juego en el primer Clásico de la temporada entre Real Madrid y Barcelona, que terminó pintándose de blanco en la capital española, gracias a los goles de Benzema (12'), Valverde (35') y Rodrygo (90 + 1').
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Primer tiempo blanco
El Clásico 250 comenzó con unos primeros minutos de dominio local. Gracias a un Madrid que dominó la posesión de la pelota y que propuso mantenerse lo más cerca del área rival, lograrían irse adelante en el marcador en el minuto 12 con un gol de Karim Benzema, tras una contra, muy firma de la casa blanca.
Con una presión alta los merengues lograron que el Barcelona tuviera serios problemas en cuanto a la precisión de pases. Sin embargo, los dirigidos por Xavi despertaron luego del gol del francés y tuvieron sus mejores minutos en el primer tiempo.
Desde la banda de Raphina, los blaugranas intentaron igualar el marcador. Fue en el minuto 23 cuando más cerca estuvieron. Con paciencia los visitantes abrieron banda del brasileño para que jugará en solitario, caracoleará a Mendy y pusiera un centro raso al segundo palo, al que para suerte de los locales, Lewandowski no llegaría y el esférico se perdiera por arriba.
Las escasas ayudas de Vinícius Jr y Mendy en defensa, favorecieron a que el Barcelona intentará el 1-1, llegando con más asiduidad, y empujando al Real Madrid en su propia área.
Cuando mejor parado estaba el conjunto visitante, al minuto 35 llegaría otra contra blanca por una recuperación en la línea del esférico de Carvajal. Un mal despeje del mismo, de Eric García haría que el balón terminará en los pies de Vinícius Jr. quien construirá una jugada abriendo hacía la izquierda, Mendy devolviendo al centro, para que Fede Valverde disparará desde fuera del área y su equipo venciera a Ter Stegen por segunda vez en el partido.
Con muy poco, y con dos llegadas, el Real Madrid aseguró el primer tiempo gracias a la contundencia y efectividad de todas sus líneas. Los primeros 45 minutos se desarrollaron al ritmo que impuso la casa blanca retratando a un Barcelona sin ideas y con tendencia al error.
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Momentum blaugrana
El segundo tiempo comenzó de la misma manera en que los primeros 45 minutos: con precisión blanca en el juego. En una acción protagonizada por Kroos y Benzema al minuto 51, el francés volvería a mandar el esférico al fondo de la portería defendida por Ter Stegen. Sin embargo, ese tanto no subiría en el marcador por un fuera de juego del capitán blanco.
Sin encontrarse en el campo y superada la primera hora de partido, Xavi, daría ingresó a Jordi Alba, Gavi y Ferran Torres para refrescar piernas y dar el perfil izquierdo a este último.
Con las modificaciones hechas el conjunto visitante se fue arriba, y por primera vez en el partido mantuvo la posesión, para materializar su buen momento al 83’ precisamente con un gol de Torres en el segundo palo de Lunin.
El Real Madrid se aferró a resistir, defender y sufrir.
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Llegar y besar al Santo
Un Barcelona que parecía coger oxígeno y recortar distancias a poco más de cinco minutos para el final, se quedaría solo con eso. Al 85’, Ancelotti recurriría a Rodrygo, quien solo tardaría cinco minutos para marcar su nombre en El Clásico 250.
El joven brasileño caería en el área al minuto noventa por un pisotón de Eric García, el penalti primero tendría que ser revisado por el VAR, para que Sánchez Martínez señalará la falta del defensa español en el área blaugrana.
Desde los once pasos sería el mismo Rodrygo quien aumentaría la ventaja de su equipo para sentenciar el primer Clásico de la temporada en el Santiago Bernabéu.
El Barcelona, pese a mantener la posesión del esférico, no mostró su mejor cara en todas las líneas, y los problemas para los de Xavi se acrecientan también la competencia local. Por su parte, el Real Madrid se adjudica El Clásico en casa, se lleva los tres puntos y se afianza en solitario en lo más alto de la tabla en LaLiga, con contundencia y efectividad.