El Granada se ha olvidado de ganar lejos de Los Cármenes. No lo hace desde mitad de agosto, en la primera jornada de Liga, cuando se impuso al Ibiza por 0-2 con la isla todavía a rebosar de turistas. Está llegando el invierno y no sólo no gana fuera de casa, es que tampoco anota un gol desde entonces, salvo los tres de la eliminatoria copera en Yecla hace un par de semanas.

El debut en Copa del Rey coincidió precisamente con el estreno en el banquillo de Paco López. El valenciano arrancó a medio gas contra un rival de inferior categoría antes de hacer su primera aparición estelar en Los Cármenes con un soberbio 4-0 frente a un Albacete que jugó con diez casi todo el partido y con nueve la última media hora. En ambos casos se dijo que las circunstancias marcaron excesivamente sendos encuentros y que, por ende, no debían extraerse demasiadas conclusiones sobre el efecto generado por el flamante entrenador.

Este domingo, tercer asalto con Paco al frente y primer tropiezo. Butarque no es sinónimo de alegría en el seno del Granada CF en los últimos años, y lo de este fin de semana no iba a ser una excepción. Nada más empezar, salida en falso de Raúl Fernández, expulsión y a jugar con diez todo el partido. De nuevo, circunstancias excepcionales que marcan en demasía las posibles conclusiones de un envite que se desequilibró con la 'ley del ex': asistencia de Fede Vico para que Raba batiera al joven Adri López.

Brotes verdes

Sin embargo, después de tres encuentros disputados y, a pesar de sus particularidades, sí que se pueden realizar ciertas afirmaciones: este Granada intenta proponer otro tipo de fútbol, va al ataque con verticalidad y busca explotar sus virtudes individuales a través del conjunto, y no al revés. No obstante, sigue pecando de una grave falta de acierto de cara a portería y comete todavía ciertos errores en defensa que están costando demasiado caros. Es innegable que hay ‘brotes verdes’, pero todavía queda mucho por hacer y mejorar.

Tirando de tópicos, el fútbol es precisamente eso, las circunstancias que lo rodean y todos los contratiempos que pueden surgir a lo largo de un partido; por eso suele imponerse quien más y mejor se adapta a cada escenario. Entre tanta nebulosa provocada por las tarjetas rojas, no hemos podido evaluar la propuesta de Paco López en condiciones ‘normales’ de 11 contra 11, pero la competición sigue y no espera a nadie. Tanto es así que este viernes se planta en Los Cármenes el Alavés, líder con nueve puntos más que los rojiblancos; luego habrá que ir a Málaga entre semana. Es el momento de dar un golpe sobre la mesa, aprender a sobreponerse a las circunstancias y empezar a demostrar que este Granada quiere pelear de verdad por el ascenso. Esa conclusión sería el mejor punto de partida.