El Tercer Tiempo: Rubén Castro en mitad de un 'manicomio'

Victoria para el Real Betis por 2-3 en Mestalla, donde no ganaba desde hacía 30 años. Gran primer tiempo verdiblanco empañado por un cuarto de hora largo horroroso que casi provoca un disgusto mayor cuando ganaba por 0-2 con un jugador más. Al final, Rubén Castro nuevamente firmaba en el descuento el primer triunfo de la temporada.

El Tercer Tiempo: Rubén Castro en mitad de un 'manicomio'
El Real Betis festeja el 2-3 | FOTO: LaLiga
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Por José Manuel Gelo

Estaba claro que no iba ser fácil. Incluso que el triunfo de Valencia sería una tarea complicada. Lo que nadie esperaba en Mestalla, ni locales ni visitantes, era ver el cuento de ciencia ficción transformado en partido de fútbol. Con un calor de cuidado, que se lo digan a Gayà, el Real Betis ha sabido sacar tajada de las aguas revueltas que se viven por el Turia. Lo ha hecho tras una primera parte competida donde Rubén Castro firmaba el primero. Enzo Pérez, ya en el segundo tiempo, se marchaba a la caseta por una entrada durísima sobre Durmisi. Joaquín parecía sentenciar en la que fue su casa pero ni mucho menos. Los de Pako Ayestarán sacaban carácter para levantar un marcador adverso con un jugador menos gracias a los tantos de Rodrigo y Garay, que debutaba. Este deporte es tan bonito como cruel al mismo tiempo para unos y para otros de tal forma que 'RC24' hacía el definitivo 2-3 en medio de una locura. Que impere la cordura.

Vaya intensidad

Sorprendente por el horario del partido que arrancaba a eso de las 16:00. El caso es que Valencia y Real Betis salieron al césped a ganar desde el primer momento, con ocasiones alternas en ambos bandos. Los verdiblancos, esta tarde de amarillo fluorescente, gozaban de sus primeras llegadas con Brasanac o Álex Alegría. El canterano también debutaba en Mestalla, mostrándose participativo y cumpliendo con su rol de fijar a los centrales ches. Los locales, mientras tanto, probaban fortuna con disparos lejanos ante la mirada de la zaga visitante. Ni Gayà ni Parejo superaban a un Adán en versión TOP. El partido, para el espectador que no lo veía en el sol, era fantástico. Para el neutral, claro.

Todo eso hasta que Rubén Castro dijo "aquí estoy". El delantero canario nunca había 'mojado' en Mestalla y esta tarde era el mejor momento para hacerlo. También para ganar, aunque eso vendría después. Gran subida de Piccini por la banda para que el canario, tras recortar a Cancelo con los ojos, marcara el 0-1. Su golpeo no pudo atajarlo Diego Alves porque es humano. Iba a la escuadra. Se acababa el primer tiempo con un Real Betis asentado, que ya mandaba gracias al de siempre. El Valencia tendría que mejorar mucho en el segundo tiempo para no cosechar su tercera derrota seguida en este inicio liguero.

Todo hecho, ¿o no?

Gustavo Poyet, en un palco de prensa este domingo, mantenía a su formación inicial con ese 4-3-3 que tanto le gusta. Brasanac tenía libertad para crear juego acompañado de Petros y Felipe Gutiérrez, que salía en el primer tiempo por un lesionado Fabián. Pako Ayestarán, por su parte, daba entrada a Medrán que estuvo que no estuvo. Cuando la segunda mitad llevaba poco tiempo, Enzo Pérez se marchaba a la ducha por una entrada muy dura con los tacos por delante a Durmisi. El Valencia se quedaba con 10 y perdiendo. Misión difícil.

La misión se empezaba a poner de complicada a imposible cuando Joaquín, un ex-jugador che, finiquitaba la contienda al contragolpe tras batir por bajo a Diego Alves. Era el 0-2 de un Real Betis entero, que sabía lo que hacía y que sentenciaba, a priori, un encuentro donde quedaba tiempo para incluso darse una fiesta inesperada. Ese fue el verdadero problema de los de Gustavo Poyet, que no se enteraron que restaba más de media hora de juego por delante. Eso y que en Primera División, si te relajas, te gana cualquiera. Hasta un Valencia tocado y casi hundido, con un jugador menos, colista y cayendo por un resultado considerable ante su gente. Hasta así te ganan.

Éxtasis che

Pako Ayestarán, de perdidos al río, daba entrada a Munir en detrimento de Santi Mina. Debutaba con la elástica valencianista el sustituto de Paco Alcácer. Y lo hacía con un chut que se estrellaba en la madera de Adán por milagro del altísimo. Era el primer aviso a un Real Betis que bajó los brazos por relajación viendo el resultado tan a favor y se equivocó de día. Porque el Valencia se disfrazaba del mejor Valencia de la historia para levantar el marcador.

Primero, Rodrigo batía por bajo a Adán para marcar el 1-2. El Real Betis atrás sigue siendo un flan y el calor considerable que hacía acabó por derretirlo del todo. Se venía arriba Mestalla, cuyo ambiente ha pasado de la crispación al cansancio en muy poco tiempo. Quedaba mucho encuentro por delante y eso lo sabía Gustavo Poyet. O debía saberlo al menos. Y es que a la salida de un córner Garay aprovecharía un despeje corto del meta verdiblanco para empatar el partido. Nadie se lo creía. Tampoco el Valencia. 2-2.

Una vez más, él

El fútbol hay veces que está loco. Nadie daba un duro por la semi-remontada de un Valencia que estaba como cual toro a falta de la estocada. Tampoco nadie daría un duro por el Real Betis tras ver cómo le igualaban un partido que tuvo ganado en todo momento menos en ese cuarto de hora largo donde tiró por la borda los 60 minutos de intensidad y elaboración anteriores.

Por quien hay que dar un duro y hasta una vida es por Rubén Castro, que siempre aparece para rescatar a su equipo. Es el héroe de un Real Betis que lo necesitaba más que nunca. Y apareció en el descuento para aprovechar el servicio de Piccini por el costado, el desajuste defensivo del Valencia y su pegada, que por mucho que pasen los años sigue siendo la misma que la de 2010. Un 'manicomio' con final feliz para los verdiblancos, que asaltan Mestalla cuando más confiaban tras el 0-2 y cuando menos cuando le empataron. Con 'RC24' no existen los problemas.