Hay goles que valen oro, goles que pueden suponer ganar algo más que un partido; pero, otros, aunque que no sean del todo decisivos, son goles que entran en la historia. Así fue el tanto que Rubén Castro marcó el domingo por la mañana en el Benito Villamarín frente al Celta de Vigo.
Fue un tanto que, en ese momento, valió mucho, aunque no para sentenciar el resultado, ni mucho menos. Un gol de penalti (el primer penalti que pitaban a favor del Real Betis Balompié en esta temporada 2016/2017 y que supuso que todos los equipos de Primera hayan lanzado al menos una pena máxima) que, al final de la primera mitad, metía al equipo de Víctor Sánchez del Amo, hasta ese momento algo perdido, en un partido que acabaría dejando a los aficionados al borde del infarto.
Fue su gol 139 con el Real Betis Balompié y el tanto número 69 en Primera DivisiónFue el gol del empate a uno, pero fue algo más. Fue el primer tanto que Rubén Castro anotaba esta temporada en su estadio, frente a su afición, un gol que, después de la racha de sequía que había vivido el canario llegaba dejando buen sabor de boca.
Se trataba de su gol número 139 con la elástica del Real Betis Balompié, y aquí es donde entró a formar parte de la historia bética. Y es que, de esos 139 tantos, 69 de ellos, todos anotados después de cumplir los 30 años, lo sitúan, desde ayer, como el segundo máximo goleador del Real Betis en la máxima categoría del fútbol español, igualado a Alfonso (69) y solo por detrás de Rincón (78).
Por aportar algún dato más para la historia, el gol frente al Celta también sirvió a Rubén Castro para convertirse en el tercer futbolista canario con más tantos en Primera División (85), puesto que comparte con Germán. Molowny, con 85, y Campos, con 127, son los únicos que los superan.
Cifras, todas las que se han dicho hasta ahora que, sin duda, el delantero canario intentará batir en los años de carrera futbolística que aún tiene por delante. El ‘tiburón’ tiene más hambre de gol que nunca.