Tras una grandísima temporada del primer equipo en la SD Eibar, siguen realizandose toda clase de movimientos por al entidad armera. Se mascan salidas, se esperan llegadas, y todo esto en un ambiente de euforia donde no cesa el trabajo. Y para cerrar la temporada, hubo un cambio de protagonistas en el equipo emplazado en Ipurua. Y es que las miradas pasaron de estar posadas sobre Mendilibar y su hornada de gladiadores, al denominado Alevín de Rendimiento, el primer equipo de categoría alevín de la SD Eibar. Y es que el equipo disputó uno de los torneos infantiles más esperados del año, el conocido como LaLiga Promises.

Se trata de un campeonato que implica a las canteras de los veinte integrantes de la élite del fútbol español, que tomaba sede el presente año en Villarreal. Se puede inscribir un máximo de doce jugadores por equipo, aunque con el total de catorce integrantes -y cuatro técnicos acompañándolos- partió el Eibar rumbo a tierras castellonenses. No eran ni mucho menos los favoritos, pero eran conscientes de que aquella iba a ser una experiencia para disfrutar y jamás olvidar. Los veinte equipos estaban separados en cuatro grupos de cinco, de los cuales, cuatro se clasificaban a octavos de final. 

Era francamente complicado el grupo del Eibar, con el Atlético de Madrid, Deportivo, UD Las Palmas y Sevilla acompañándolos. Lamentablemente, el equipo eibarrés sufrió un pleno de derrotas y no fue capaz de prolongar su participación en el torneo más allá de la fase de grupos. El Deportivo quedó líder, seguido por los colchoneros. Canarios y andaluces se repartieron las otras dos plazas que los mantenían con vida en el cuadro. A pesar de la temprana eliminación, hay que elogiar la labor realizada por los técnicos y la gran tarea de representación del club que los jóvenes jugadores armeros han realizado.