Pablo Machín Díez o “The Machine” como es conocido en Montilivi gracias a sus logros con el equipo gerundense, es un entrenador soriano de 42 años que esta temporada ha conseguido llevar por primera vez en su historia al Girona FC a la máxima categoría del fútbol español.
Pablo Machín tuvo una corta carrera futbolística debido a una grave lesión de rodilla que le obligó a alejarse de los terrenos de juego a los 23 años, cuando era el lateral derecho titular del Numancia en Segunda División B. Ya como entrenador, debutó en las categorías inferiores del Numancia a principios del 2000, con 25 años. Ahí se fue forjando como técnico hasta el punto de llegar al primer equipo como segundo de Juan Carlos Unzué, actual entrenador del Celta de Vigo. Ya en 2011 pasaría a ser el "mandamás" del banquillo soriano, con Juan Carlos Moreno de segundo.
Tras dos temporadas en “su casa” y terminando en zona de nadie en Segunda División, decide concluir su etapa con el Numancia para acabar recalando en el Girona a mediados de la temporada 2013-14 cuando el club catalán era colista y veía peligrar seriamente su permanencia en la categoría de plata. Tras varios entrenadores usando el clásico 4-4-2, el de Gómara implantó un sistema novedoso que dio sus frutos a nivel futbolístico desde el primer partido: el 3-5-2. El equipo dejó de jugar con dos centrales para hacerlo con tres y dos carrileros largos, en aquella temporada Iván López y David Juncà. Aunque sus dos primeros partidos en el banquillo gerundense acabaron en derrota (0-1 contra el Murcia y 3-1 frente al Sporting), las sensaciones eran radicalmente distintas a las vistas durante el año.
La agónica salvación la última jornada frente al Deportivo de la Coruña vino acompañada de una nueva temporada llena de retos para el soriano. Rápidamente el equipo encontró la tecla y acabó la campaña a dos minutos de Primera División, cuando en el descuento del último encuentro se dejó empatar ante el Lugo de tal manera que el Sporting sería el que acabara en puestos de ascenso. Fue un mazazo del cual no se pudo levantar a tiempo y quedó eliminado en 'playoff' de la mano del Zaragoza. Al siguiente año, lejos de anclarse en el pasado, volvió a hacer una gran temporada -especialmente la segunda vuelta- para acabar cuarto aunque, de nuevo en el 'playoff', ceder el último asiento de Primera División a Osasuna.
Tras dos decepciones consecutivas, la tercera temporada de Pablo Machín a las órdenes del Girona tenía un objetivo claro: el ascenso directo. Aunque también empezó de forma irregular y ha cerrado el objetivo sufriendo más de lo inicialmente previsto, el conjunto catalán ha ido en volandas hacia la máxima categoría, siempre por detrás de un inconmensurable Levante. Un suficiente empate a cero en Montilivi frente al Zaragoza, que con el punto también cumplía su objetivo, bien distinto, de permanecer en Segunda, en la penúltima jornada de Liga, certificó el histórico hito.
El entrenador soriano ha tenido un mérito enorme en los éxitos recientes del cuadro gerundense, pero como es habitual, detrás de su trabajo hay siempre un equipo de confianza sin el cual todo lo conseguido sería imposible. El cuerpo técnico actual lo conforman, además del de Gómara, el segundo entrenador Jordi Guerrero, el entrenador de porteros Omar Harrak y el preparador físico Jordi Balcells. Sin que se haya hecho oficial, los tres hombres fuertes de Machín han renovado sus respectivos contratos con el club y seguirán en Primera División.
Guerrero, nacido en Arbúcies, llegó al club en 2013 de la mano de Javi López. Anteriormente era el técnico del Palamós, equipo decano de Catalunya, adonde había recalado procedente del Llagostera, donde era hombre de confianza de Oriol Alsina en las tareas de scouting. Harrak, por su parte, llegó en verano de 2014 al club catalán y afronta su cuarta campaña. El preparador de porteros es el quinto en este cargo en la reciente etapa del club en Segunda A, y a sus 28 años es uno de los más jóvenes de la categoría. A los 18 años decidió dejar el fútbol en activo para dedicarse a la formación. Balcells, por otro lado, lleva vinculado al club desde su etapa en Tercera División, por lo que ha visto la transformación del club de una forma radical en algo más de una década.
