Ocho partidos, cuatro meses, 120 días. Es el tiempo que ha tardado el Granada en volver a conseguir una victoria lejos de Los Cármenes tras la cosechada el pasado 21 de octubre ante el Numancia. El conjunto nazarí ha logrado una importante victoria en El Árcangel por 1-2 tras sobreponerse al tanto inicial del Córdoba justo antes del descanso. Machís en el minuto 81 y Kunde en el 87 completaron la remontada que le coloca momentáneamente en la tercera posición de la tabla.
El equipo rojiblanco empezó el partido como suele hacerlo habitualmente, dominando el juego y haciéndose con el control del balón. Los de Oltra, temerosos de sufrir una nueva derrota lejos de su estadio, se mostraban ordenados y pacientes en la elaboración, llegando tímidamente por las bandas con un Machís vertical pero que fue apagándose con el transcurso de los minutos y un Pedro muy activo por su banda.
Poco a poco el Granada se iba acercando al marco rival pero sin generar excesivo peligro. Tanto Adrián Ramos como Joselu no eran capaces de superar la línea defensiva cordobesista, reforzada hoy con tres centrales. No fue hasta el ecuador de la primera mitad cuando el Granada tuvo su primera ocasión tras un disparo de Joselu que remató alto un buen centro de Víctor Díaz.
El Córdoba no pasaba por apuros y poco a poco fue desperezándose. Los de Sandoval tuvieron una clara ocasión para ponerse por delante en el marcador tras un envío en profundidad a Jovanovic que mandó fuera. Mientras tanto los nazaríes lo intentaron desde lejos con un fuerte disparo de Pedro que atrapó sin problemas Kieszek.
En los últimos minutos el Granada dio un paso al frente tratando de ponerse por delante antes del descanso. Sin embargo, fue el Córdoba el que logró romper la igualada en el último minuto tras una buena combinación entre Alfaro y Sergi Guardiola que mandó al fondo de las mallas el extremo blanquiverde, asestando un duro golpe psicológico al cuadro nazarí.
Inicio titubeante y mejoría tras los cambios
Tras el descanso, el Córdoba salió decidido a por el partido, siendo consciente de la imperiosa necesidad de los califas de sumar de tres en tres. El equipo local comenzó muy bien plantado sobre el terreno de juego, impidiendo al rival jugar con claridad. El Granada salió frío al campo, muy desordenado y sin las ideas claras.
Poco a poco el partido se iba pareciendo más a los últimos encuentros fuera de casa. Con el paso de los minutos los de Oltra iban perdiendo el control y el contrario aprovechaba el desconcierto nazarí para armar jugadas de peligro. Apunto estuvo el equipo blanquiverde de ampliar su renta en un par de ocasiones, primero con un disparo cruzado de Fernández repelido con el pie por Varas y después con otro lanzamiento de Guardiola tras una gran jugada individual, que de nuevo despejó el guardameta sevillano.
Viendo la superioridad del Córdoba, Oltra decidió mover el banquillo para dar entrada a Agra y a Sergio Peña, que cambiaron el guion del partido. La entrada del peruano le dio otro aire al equipo, que con su enorme calidad imprimió mayor dinamismo, hilvanando jugadas de mucho peligro. Por su parte el portugués supuso una gran amenaza por su banda, al igual que Machís, que si bien no paraba de superar a su par una y otra vez, no terminaba de concretar ninguna jugada.
El Granada seguía rondando la portería rival pero, a pesar de las numerosas llegadas, no conseguía inquietar en exceso a Pawel Kieszek. Cuando todo parecía abocado al desastre, Machís se puso el traje de héroe y estableció el empate a falta de diez minutos con un golazo desde la frontal del área.
Tras el empate el equipo no se replegó y se volcó arriba decidido a romper la igualada. Conscientes de la importancia de llevarse la victoria, por los tropiezos de los rivales y por la inyección de moral que supondría, el cuadro nazarí tiró de épica y se lanzó con todo para llevarse los tres puntos, que finalmente llegarían en el minuto 87 tras un zapatazo con la zurda de Kunde.
Con esta victoria, el Granada se sitúa momentáneamente tercero con 46 puntos. Los resultados negativos del resto de equipos que pelean por el ascenso permiten a los nazaríes acercarse a los puestos de ascenso directo, que tratará de asaltar la semana que viene.