El Nàstic podría salir este fin de semana del descenso si los resultados de los rivales directos acompañan y el equipo vence en La Romareda. Esta es la gran noticia a la que se aferran los tarraconenses para ganar el partido ante el Zaragoza. Los de Merino están en posiciones de descenso desde la quinta jornada, siempre situados en la última posición de la clasificación, hecho que siempre pesa moralmente. Es por eso que el optimismo ha reinado durante toda la semana en Tarragona y el equipo se ve capacitado para lograr la machada en Aragón.
Confirmar las sensaciones
En la mejoría del equipo con el nuevo entrenador en el banquillo han afectado muchas variables, una de las más importantes es el cambio de sistema de juego. La llegada del andaluz ha comportada la introducción del 5-3-2, esquema que muchos equipos de talla mundial están utilizando actualmente. En esta formación toman especial importancia los tres mediocampistas, que deben ser capaces de dar equilibrio defensivo y a la vez llegar con peligro al área rival. En la victoria ante el Numancia se vio ejemplificado a la perfección este caso, con los goles de Cordero y Tejera llegando desde la segunda línea llevándoselo todo por delante. También es importante destacar la vuelta de Lobato de la lesión directamente al once titular. Merino le está dando confianza en la posición de carrilero derecho. Lobato es un jugador que nunca ha destacado por ser un gran defensor, más bien es un creador de juego de mucha calidad, pero en los últimos partidos hemos visto su versión todoterreno, sacríficandose en defensa durante los 90 minutos y aportando también en el ataque grana, con una asistencia ante los sorianos el pasado sábado.
Si el Nàstic consigue mantener la concentración defensiva durante todo el partido y sabe aprovechar las ocasiones claras que creará, puede ser una oportunidad de oro para llevarse algo de provecho de un estadio tan complicado como la Romareda.
La situación del rival
El Zaragoza, por su parte, llega en un momento confuso, en la decimocuarta posición, en tierra de nadie. Aunque está más cerca de las posiciones de descenso que de el Playoff, probablemente no estará en la lucha por la permanencia durante las últimas jornadas, aunque la irregularidad del equipo en el juego y los resultados tampoco vaticinan un gran final de campaña como para llegar a pelear por una plaza en Primera División. Lo cierto es que los números de los zaragozanos en su feudo no son malos, con seis victorias, tres empates y tres derrotas, pero sus únicas dos victorias como visitante lo condenan a estar actualmente luchando por nada.
Estos resultados en un club tan exigente como el Zaragoza han llevado a Raúl Agné a ser muy discutido como entrenador del equipo. Los últimos cinco puntos de los 21 disputados son números paupérrimos que le han llevado a estar en la cuerda floja. Este fin de semana podría ser el último para Agné en el cargo si no consigue un resultado positivo del encuentro frente al Nàstic.
El Nàstic se encontrará con el que fue su portero titular durante el primer tramo de temporada esta misma temporada, Sebastián Saja. El arquero argentino perdió la confianza de Vicente Moreno, que confió en Stole Dimitrievski para la titularidad, quedándose Saja en un tercer plano con la vuelta de Reina. Así que el actual guardameta del Zaragoza fichó por el equipo aragonés en el mercado de invierno y ya fue titular la semana pasada ante el Alcorcón. También puede ser este domingo el partido en el que Samaras vista por primera vez la camiseta del Zaragoza tras ser el fichaje estrella de los blanquillos este enero.
El precedente
Sin duda, el duelo que enfrentó a ambos equipos en la Romareda el año pasado fue memorable. El Nàstic llegaba en plena persecución del Leganés para conseguir un billete directo a Primera División, mientras que el Zaragoza tampoco andaba lejos, solo cuatro puntos por detrás, por lo que era un duelo vital para los dos equipos. El Nàstic consiguió avanzarse ya en la segunda mitad con un gol de Naranjo de penalti. Los locales también gozaron de una pena máxima. Lanzarote era el que iba a lanzar el penalti, y aunque Reina no lo paró, sí que fue el responsable de desconcentrar al jugador del Zaragoza, diciéndole que lo había estudiado y que sabía por dónde iba a disparar. Lanzarote mandó el balón a las nubes y el Nàstic consiguió llevarse tres puntos vitales para sus intereses, aunque finalmente fue eliminado del Playoff por Osasuna.