El mejor equipo del fútbol profesional español. O al menos, el que vive un mejor estado de forma. Si tenemos en cuenta las últimas ocho jornadas, el Real Valladolid "B" ha sumado con su victoria de este domingo, ante la SD Ponferradina, 22 de 24 puntos posibles. Números que les hacen, por merecimiento, candidatos al ascenso esta temporada. Luego que puedan o no subir a la categoría de plata será otra historia pero el fútbol desplegado en los Anexos del José Zorrilla es canela en rama.
Porque esa es una de las características de los pupilos de Rubén Albés. Son invencibles, o casi, en casa. Lo avisábamos en la previa, solo el CD Boiro había sido capaz de llevarse los tres puntos de su feudo y desde ese lejano 28 de agosto el Promesas está de dulce cuando juega como local, acumulando cinco victorias consecutivas. Este domingo, con la visita de un rival como la SD Ponferradina, de mayor entidad y presupuesto, las jóvenes perlas blanquivioletas no se amilanaron y solventaron el encuentro en una buena y accidentada segunda mitad.
Y eso que en la primera pudieron irse por delante en el marcador a poco que Anuar o Iván Martín hubieran estado acertados o si el árbitro del encuentro, horrible en casi todas sus decisiones y desconcertante con los tarjetas, hubiera pitado alguno de los posibles penalties cometidos en el área de la SD Ponferradina. El 0-0 se mantuvo durante los cuarenta y cinco minutos, algo que no parecía incomodar a los visitantes que apenas incomodaron a Dani Hernández, convertido en un espectador más esta mañana de domingo en los Anexos.
Ni Chavero ni Cidoncha se hicieron con el control del partido y Pastrana, que repetía titularidad tras su buen papel en la Copa Federación, estuvo desacertado durante los noventa minutos, perdido en una banda izquierda que, eso sí, generó la única ocasión de peligro en la primera parte de los visitantes. Un centro del extremo lo remató Héctor Figueroa pero su cabezazo se fue por poco.
Con un juego trabado e insulso, las mejores ocasiones llegaron a balón parado, merced de las constantes faltas que interrumpían el ritmo del partido. Ni Anúar ni Mayoral aprovecharon sendas faltas desde la frontal que podían haber inaugurado el marcador en este choque de estrategas. Con su apuesta por el lateral Arroyo en el centro de la zaga, Rubén Albés sustituyó a la perfección a Mario Robles, suspendido por acumulación de tarjetas, mientras que Munitis apenas inquietó a los rivales con su 4-4-2, falto de juego y de ideas.
El ténnico cántabro, además, sumó a su expediente una expulsión y tuvo que ver la segunda parte desde la grada, como un aficionado más. El motivo, interceder en la batalla dialéctica entre Iván Martín y Cidoncha cuando los jugadores se retiraban a vestuarios. El amago de tangana se saldó con tarjetas amarillas para los dos jugadores y roja para el entrenador de la SD Ponferradina.
Una expulsión, una lesión y dos goles
Tras el correspondiente tiempo de descanso, los dos equipos saltaron al terreno de juego dispuestos a, por lo menos, intentar crear algo de peligro en las áreas de Dinu y Dani. Uno de los más implicados en esta labor fue Higinio, el Pichichi del Real Valladolid B que llegaba en racha a la cita. El "10" blanquivioleta amenazó en alguna ocasión puntual la meta contraria pero su partido, como el de su compañero en el ataque, Iván Martín, se acabó antes de tiempo.
En apenas cinco minutos y por motivos bien distintos, los dos abandonaron el campo. Primero, Higinio tuvo que ser sustituido y se retiró cojeando tras una fuerte entrada de Chavero. Después, el delantero sevillano que había visto la primera amarilla en la discusión del descanso fue expulsado por llegar tarde a un balón y dejar la plancha.
La única buena noticia para el Real Valladolid era el oportuno gol de Borja Mayoral. Con una imponente zancada, el extremo diestro se había plantado en el 54´solo ante el portero y con un raso, certero y cruzado disparo batió por bajo a Moldován. El filial del Pucela se ponía por delante con algo más de media hora de juego por delante y tendría que defender su ventaja con un hombre menos.
Colsa, sustituto de Munitis en el banquillo, agotó sus cambios en busca del gol del empate. Primero dio entrada a Andy para controlar el centro del campo y poco después entraron Rayco y Caiado para desbordar por la banda derecha. Sin embargo, en vez de las tablas llegó la sentencia.
Una pérdida de la SD Ponferradina la aprovecharon los locales a la perfección para montar una contra de libro. Anuar filtró en profundidad a Mayoral que, con un autopase se fue de Raúl Fuster y en línea de fondo solo tuvo que centrar para que el recién incorporado Santi Samanés pusiera el 2-0. Enorme partido del extremo que pide paso y solucionó él solo el partido.
En los últimos minutos los errores en los dos equipos se fueron sucediendo. Una espesa Deportiva buscó una y otra vez los balones largos a Figueroa que no tuvo ni una ocasión clara en todo el partido. El árbitro tuvo tiempo de sacar un par de amarillas antes de pitar el final de una justa y merecida victoria del Real Valladolid.
Los bercianos reciben a otro filial; los blanquivioletas viajan a León para disputar el partido de la jornada 18º
Esta derrota hace mucho daño a la SD Ponferradina. Su posición en la tabla no varía, sigue sexta, pero la distancia entre el grupo de cabeza y los bercianos aumenta considerablemente. Son cinco puntos, dos partidos, los que ahora separan a la Deportiva y a su rival en este encuentro, el Real Valladolid "B", que está en puestos de PlayOffs a expensas de lo que haga el Pontevedra ante el Coruxo.
Los blanquiazules se empiezan a descolgar de la cabeza del Grupo I y atraviesan su primera crisis de resultados con Munitis al frente. El próximo partido, en casa ante el Osasuna "B", se antoja fundamental para escapar de la peligrosa inercia en la que se encuentran. De no sumar los tres puntos, las dudas sobre si la destitución de Manu Herrero fue acertada o precipitada empezarán a planear sobre El Toralín.
Por su parte, los cachorros blanquivioletas viajarán con toda la ilusión del mundo al Reino de León donde les espera la todavía invicta Cultural y Deportiva Leonesa en el que se antoja como un auténtico partidazo. Sin nada que perder, los Anuar, Mayoral y compañía buscarán seguir su particular racha que les hace ser un Promesas de playoff.