Triste empate en Anoeta

El conjunto txuri-urdin dominó gran parte del encuentro siendo el único equipo que aportó ofensivamente al partido, mientras, el Espanyol trató de defender y robar para poder salir al contraataque.

Triste empate en Anoeta
Illarra marca tras una buena jugada de Januzaj. Foto: La Liga
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Por Aitor Tizón

El equipo txuri-urdin se encontraba ante un partido que necesitaba ganar para poder seguir con la buena racha que precedía a este partido. El conjunto realista no tuvo el dominio del balón en los primeros minutos del encuentro y el Espanyol lo aprovechó con un gol tempranero de Leo Baptistao. A los ocho minutos del pitido de Melero López, el delantero brasileño remató un centro puesto por Jurado ante la parsimonia del conjunto realista. Tanto los centrales, Iñigo y Llore​nte, como Rulli no estuvieron acertados en esa jugada tras dejar rematar sin ningún impedimento al delantero perico que solamente tuvo que poner la cabeza para que el portero argentino, a media salida, no pudiera hacer nada.

El conjunto realista fue fiel a su estilo de juego, aunque en los primeros minutos le costará un poco más demostrar esa seña de identidad. Aun y todo, con el paso del tiempo y del juego, los de Eusebio se vieron cómodos para desplegar su fútbol, pero un Espanyol encerrado atrás y con ganas de salir al contraataque no dejaba que la Real se empleara a fondo. A su vez, los de Quique Sánchez Flores ejecutaban una presión alta para dificultar la salida de balón del equipo guipuzcoano y así poder robar el esférico en área rival para crear una situación de superioridad numérica ante la zaga txuri-urdin.

Poco a poco la Real se haría con el esférico e impondría su estilo de juego. Mientras los pericos empezaban a perder tiempo, el conjunto realista, que empezó de menos a más, tuvo algunas ocasiones claras. Era el minuto 25 cuando Oyazarbal, tras una muy buena jugada individual, centró al segundo palo para que Carlos Vela rematara. La jugada que fue rechaza por un defensa, animó a la grada, he hizo ver que la Real iba a por el partido. Llegaba la medio hora del partido y los mejores momentos de la Real presionando en área rival y robando varios balones peligrosos, que acabarían en disparo. Como el que tuvo Oyarzabal, el mejor local, para poner a prueba a Pau López al filo del descanso que puso el ¡UY! en las gradas.

Oyarzabal durante el encuentro. Foto: Real Sociedad
Oyarzabal durante el encuentro. Foto: Real Sociedad

En busca de la remontada en la segunda parte

Ya desde el comienzo de la segunda parte, se notaba que la Real tenía más intenciones de obtener la victoria que el Espanyol. El conjunto perico, desde la primera parte, no dudaba en poder perder minutos y esto fue a más en la segunda parte, cosa que cabrearía a la afición txuri-urdin. El empate estuvo cerca de subir al marcador tras un disparo de Willian José que Pau López atajó sin problemas. Asimismo, Oyarzabal tuvo una de las ocasiones más claras del encuentro. Tras una bonita combinación con el delantero brasileño, el eibarrés consiguió hacerse hueco entre la defensa rival y disparó suave pero colocado al poste izquierdo. Pau López tuvo que estirarse al máximo para poder atajar el balón y logró despejar el balón a córner tras una muy buena parada.   

Tras un buen arranque, Eusebio decidió dar entrada a Januzaj para que tuviera importancia en el último pase y fue lo que necesitaba la Real. Se entiende que Januzaj es un jugador con mucho regate y calidad y así lo demostró en la jugada del empate. Con la calidad, desborde y regate que tanto le define, el belga, dejó sentado a Víctor Sánchez en un balón dividido y regateó con un caño incluido a David López, central del Espanyol, para que llegando a línea de fondo y ver la llegada de segunda línea de Illarra, le cediera el balón para que el de Mutriku diera aun más emoción al partido subiendo el empate al marcador y manteniendo las opciones de victoria de la Real.

A falta de 30 minutos, la afición y el equipo veían posible la remontada. Las ocasiones eran generadas por parte de la Real pero no conseguirían finalizarlas con peligro. Además, el Espanyol aprovechaba cada situación para poder rascar algún minuto al marcador. Llegaría una ultima jugada de Januzaj al filo del partido que dejaría a la Real y a su afición con mal sabor de boca. Tras una espléndida jugada individual, lograría llegar a línea de fondo para poder centrar el balón, pero el esférico se pasearía por el área rival sin rematador alguno.

Ya en el descuento, y tras varios intentos txuri-urdin en conseguir el tercer tanto de la noche, Illarra vio la segunda tarjeta amarilla por cortar un contraataque del Espanyol. El de Mutriku tomó el camino al vestuario y no podrá contar para Eusebio ante el Getafe