Apenas unas horas han transcurrido desde que en la mañana del lunes el Sestao River Club y Alberto Toril Domingo hicieran oficial el acuerdo de ambas partes para la desvinculación del joven futbolista balear, y poco después el Arenas de Getxo confirmase su incorporación como refuerzo para la delantera del equipo de Jon Pérez ‘Bolo’, cubriendo la vacante que deja el también delantero Héctor Escrich, y tratando de disputar con Dani López y Eduardo Ubis el puesto de referencia ofensiva que no terminó de consolidar en Las Llanas.

Tras perderse por acumulación de amonestaciones el primer encuentro del nuevo año, Toril se despide del River con un bagaje de 11 partidos de liga y dos partidos de Copa disputados, en los que no tuvo la fortuna de contribuir con ningún gol para paliar la alarmante sequía realizadora del penúltimo clasificado del grupo segundo. La bisoñez de sus 19 años, y el salir por primera vez de las islas para debutar en la categoría de bronce han podido pasar factura en este prometedor talento de la cantera bermellona que, no obstante, se ha mostrado muy agradecido a todos los estamentos del club, afición inclusive, por la oportunidad y el apoyo brindado en su breve etapa como jugador verdinegro.

Toril, que llegaba este verano cedido al Sestao tras renovar por dos años con el RCD Mallorca, se definía a su llegada a tierras vizcaínas como un ‘nueve clásico’ -  “Me siento muy cómodo para el juego directo, me gusta jugar en el área, aguantar el balón de espaldas y buscar siempre el juego fácil”; unas cualidades que podrían adaptarse bien al estilo de juego que se practica en Gobela. Su salida de Las Llanas parece obedecer a un deseo de la dirección deportiva verdinegra por reforzar la plantilla en alguna otra posición como la de mediocentro, castigada por las recientes lesiones de Eneko Rubio, Íñigo Barrenetxea y Juan Martín, y que han dejado a Rodri como único jugador específico para ocupar tal demarcación.