El delantero de Moaña, Iago Aspas, fue una de las opciones para reforzar el Sporting, entonces entrenado por Manolo Preciado, en la temporada 2011-2012 según explica el periódico La Voz de Asturias. La temporada anterior, el equipo logró la permanencia en la penúltima jornada y necesitaba hacer algún fichaje para intentar mejorar el rendimiento del equipo para la siguiente campaña.

En ese momento, Aspas era la promesa de un Celta que deambulaba por Segunda División sin pena ni gloria, pero tras recibir varios informes positivos del jugador, la directiva del Sporting contactó durante varias semanas con Jorge Santomé, el que era gestor de la carrera deportiva de Iago Aspas. Aunque el Celta estaba dispuesto a vender al jugador siempre que la cifra del traspaso superase el millón de euros, los asturianos finalmente se decantaron por otra opción. Manolo Preciado pudo contar al final con los servicios del delantero argentino proveniente del Rayo Vallecano, Óscar Trejo.

Aspas se encontraba dentro de la lista de jugadores posibles para mejorar el ataque sportinguista. Otras opciones que barajaba la directiva y el cuerpo técnico eran el extremo Dani Benítez que jugaba en el Granada, o el delantero argentino, entonces del Rayo Vallecano, Emiliano Armenteros.

Y es que Iago Aspas se ha convertido en el jugador franquicia del Celta de Vigo a sus 29 años. Después de este fichaje frustrado, el de Moaña logró subir de categoría a su equipo la temporada 2011-2012, y previo paso por el Liverpool y el Sevilla de Unai Emery, llevar el Celta a competiciones europeas. En lo individual, el delantero fue recompensado con una convocatoria en la Selección Española de Julen Lopetegui. Después del rendimiento que está dando el jugador en el Celta, es imposible no preguntarse cómo le habrían ido las cosas al Sporting con este jugador en sus filas.