El pasado martes hubo sorpresa en el que era el segundo entrenamiento de la pretemporada del Sporting de Gijón liderado ya por Paco Herrera. Y esa sorpresa fue la incorporación del central del filial Pelayo Suárez. El jugador que recién cumplió 19 años el pasado domingo, recibió su regalo en forma de una llamada de Paco Herrera que le llamaba para pedirle su incorporación inmediata a los entrenamientos del primer equipo. El joven central terminó sus vacaciones antes de tiempo para poder acudir a la pretemporada con el Sporting de Gijón.
La inminente salida de Fernando Amorebieta rumbo al Independiente de Avellaneda argentino ha dejado un hueco en la defensa rojiblanca que necesita ser cubierto, y Pelayo se ha convertido en una de las opciones. El central siempre ha sido una de las perlas de Mareo y ha sido observado por ojeadores de grandes equipos, con el FC Barcelona como el club más interesado en el jugador. En la pasada temporada, el central todavía pertenecía al Juvenil A del Sporting, pero participó con el filial en algunos partidos. Sus grandes actuaciones le han abierto la puerta del primer equipo al menos por unas semanas, a falta de determinar el futuro de Jorge Meré y la posibilidad de que llegue algún fichaje para reforzar el eje de la defensa.
La incorporación de Pelayo al primer equipo significa que la cifra de jugadores del filial que actualmente trabaja bajo las órdenes de Paco Herrera asciende hasta ocho. Este hecho demuestra la confianza que tiene el nuevo técnico rojiblanco en los jóvenes de la cantera que ascendieron el filial en la pasada temporada a la Segunda División B. Las ganas, la pasión y la calidad que tienen estos jugadores, junto con la llegada de fichajes ilusionantes como el de Scepovic, pueden ayudar a que el Sporting cumpla el objetivo de volver a la máxima categoría española lo antes posible.