El ataque rojiblanco sigue sin definirse

La falta de precisión en la búsqueda del once ideal ha inducido una serie de variantes en la parcela ofensiva del equipo, una realidad que no está favoreciendo al club, que necesita asentar las bases para luchar por el ascenso.

El ataque rojiblanco sigue sin definirse
Scepovic y Santos, celebrando un gol en El Molinón | Imagen: LaLiga
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Por Jorge García Cuesta

El Sporting lleva varias jornadas demostrando un nivel inferior al esperado, una situación que preocupa en el entorno del club, que suspira por ver la mejor versión de la plantilla, un grupo formado para lograr la meta más ilusionante a la que puede aspirar un jugador de Segunda División: el ascenso a la élite. Sin embargo, la actual dinámica debe cambiar de inmediato. La última derrota ante el Cádiz en casa (0-3) activó todas las alarmas en el banquillo rojiblanco, en el que no se da sensación de estar, por lo menos, cerca de la solución para remendar el trance actual.

Paco Herrera no acaba de dar con la tecla, y las continuas pruebas se dejan notar en los planteamientos del técnico catalán. Diversas modificaciones que han afectado sobre todo al ataque del equipo, que no ha mostrado el rendimiento deseado por su técnico. El esquema táctico habitual (4-2-3-1) estructura la parcela ofensiva con dos extremos, un mediapunta y un delantero centro, un sistema que ha tenido que ser reemplazado por la desafortunada lesión de Sergio Álvarez, el pulmón sportinguista.

Hasta el momento, son varios hombres los que han ocupado las distintas posiciones del ataque, pero muy pocos parecen tener el puesto asegurado. Michael Santos y Rubén García son los dos únicos efectivos que se mantienen jornada tras jornada en los planes de Paco Herrera. El uruguayo, partiendo desde la banda, ha demostrado un gran rendimiento que le ha llevado a disputar minutos como delantero centro, con cuatro cuatro goles que avalan sus actuaciones. Por su parte, el jugador cedido por el Levante ha ido alternando su ubicación por detrás del ariete, situándose tanto de extremo como de mediapunta, posiciones en las que ha destacado por su impulsividad y juego colectivo

La segunda ronda en las preferencias del técnico catalán queda compuesta por Scepovic, Carmona y Moi Gómez. El delantero serbio, a pesar de empezar siendo el claro referente en el ataque rojiblanco, sus pobres números no convencieron con suficiencia a su entrenador, lo que le delegó al banquillo, aunque en las dos últimas jornadas ha vuelto a recuperar su puesto en el once inicial. Mientras que el balear, que había sido titular desde que comenzara la temporada, ha perdido protagonismo en los esquemas del equipo, consecuencia de sus rebajadas prestaciones dentro del terreno de juego. Moi, por su parte, ha ido alternando su presencia en el campo con su ausencia en la banda, una situación similar a la vivida el curso anterior. De momento, ha jugado como titular en el último encuentro.

Por otro lado, las apariciones de Borja Viguera y Carlos Castro, salvo algunas excepciones en las que partieron como iniciales, han sido prácticamente esporádicas. Ninguno de los dos arietes han satisfecho a Paco Herrera con sus servicios, que no han logrado hacer gol hasta ahora. En una situación diferente, está el caso de Pablo Pérez, que es el único miembro de la plantilla que siempre ha entrado al campo desde el banquillo