Cero goles y cero fútbol entre Almería y Lugo

Tablas entre dos equipos que no propusieron nada sobre el verde del Juegos Mediterráneos en una tarde en la que aumenta el malestar de la afición rojiblanca para con su equipo. Azeez fue expulsado por doble amarilla.

Cero goles y cero fútbol entre Almería y Lugo
Pozo salió al terreno de juego en la segunda mitad | Foto: David García, VAVEL.com
alvaroperfdez
Por Álvaro Pérez Fernández

Reparto de puntos que no sirve de nada para un Almería que va cuesta abajo y sin frenos. Tras los malos resultados cosechados en estas jornadas, la cabeza de Soriano pende de un hilo, y habrá que estar atentos a si en las próximas horas se produce algún movimiento en el seno del club urcitano. 

El choque empezó atractivo...

El Almería comenzó el partido con atrevimiento, sabiendo que tenía pendiente de él a toda su afición, muy descontenta con la imagen que había dejado el equipo tras de sí en su última cita liguera. Pronto llegarían los primeros acercamientos a la meta del Lugo. Fidel contaría con un gran disparo raso en el minuto 4 de choque que acertó a despejar el guardameta visitante.

Los de Sampedro tardaron poco en contestar. Con una buena presión y colocación sobre el verde del Juegos Mediterráneos el balón comenzó a quedar de lado de los lucenses. Casi rozaron el primer gol del encuentro pasado el minuto 10 de la primera parte, pero entre el palo, Casto y la mala suerte de Joselu, el balón terminó en saque de esquina a favor de los norteños.

Los rojiblancos por su parte lo intentaban a la contra, con rápidas salidas por los laterales en busca de meter un centro para que remataran Quique o Antonio Puertas. Pero en la mayoría de ocasiones una última decisión poco acertada marraba toda la jugada, volviendo a tener que recuperar un esférico que el Lugo dominaba.

... pero pronto empezaría la pesadilla

El respetable se debatía entre los aplausos cuando Almería intentaba algo y los silbidos de frustración por cada ocasión fallada. El balón se estaba rifando demasiado y al Almería le costaba mucho ganar metros, abusando del pase atrás, para desesperación de la grada. Cuando el crono marcaba media hora de juego el partido entró en un bajísimo nivel de intensidad, pareciendo tener inmenso terror ambos contrincantes de marchar al descanso por detrás en el marcador. Con un par de llegadas para ambos conjuntos pero sin que en ninguna el balón viese puerta se llegaría al descanso en Almería.

6 puntos de 21 posibles es el balance de estas primeras 7 jornadas que van de temporada. Sólo se ha sumado una victoria.

Tras el receso de quince minutos el colegiado dio comienzo a la segunda parte. Se veía de nuevo a ese Almería nervioso, fallón y falto de ambición que se había mostrado en la primera mitad. Con las ideas bastante poco claras el combinado rojiblanco tardaba una eternidad en comenzar a subir el balón, tiempo durante el cual el Lugo conseguía a replegar bien sus líneas.

Las llegadas a los dominios de José Juan parecían fruto del puro azar y no mérito propio de la medular y la zona de ataque indálica. A pesar de que el equipo no carburaba, el banquillo no se movía. Juanito no parecía haber recibido órdenes del sancionado Soriano para hacer ninguna sustitución cuando ya corría el minuto 63 de partido. Sería cerca del 70' cuando se vería el primer cambio: se marchaba el almeriense Antonio Puertas para dar entrada en el once a José Pozo. El joven malagueño disponía de unos 20 minutos para dar vida a su equipo y llevarlo hacia la victoria. También se marcharía, en el minuto 76, Diamanka, dejando su puesto a José Ángel, inédito hasta ahora en Liga. Sampedro también quiso renovarse, retirando del terreno de juego a Pedraza y dando entrada a Brayan Perea.

El Almería sólo realizó un tiro a puerta en todo el partido.

Las ocasiones morían a pocos metros del área de cada contrincante y, si conseguían internarse más cerca de la meta, se formaba un barullo de pases y rebotes que siempre acababa en nada. El Almería parecía estar incómodo con el balón en su poder y prácticamente lo único a lo que se dedicaba era a meter el pase en largo en busca de un Quique que no olía ningún balón, lo cual desesperaba tanto al jugador vallisoletano como a una afición en la que ya imperaban los silbidos.

Corría ya el minuto 85 y aún se mantenía el mismo marcador que al comienzo del encuentro. Azeez, que ya había visto amarilla en la primera parte, se marchó expulsado por ver la segunda cartulina tras un lance en el centro del campo, dejando así a su equipo con diez jugadores sobre el verde. La última sustitución en el Almería fue la de Iago Díaz por un taciturno Quique González que vuelve a quedarse sin marcar. Todo ello fue antes de que el trencilla decretara cinco minutos de tiempo extra en los que no sucedió nada salvo que Calavera vería la cartulina amarilla poco antes de que se declarara el final de un soporífero partido de Segunda División que, seguramente, no pasará a los anales de la historia del fútbol.

El Almería queda más tocado y hundido si cabe. El punto le permite salir temporalmente de los puestos de descenso a Segunda 'B'. Pero, al margen de esto, la posición que ocupa en la tabla es un claro signo de que las cosas no marchan bien en la ciudad a orillas del Mediterráneo. La falta de ideas y ganas están metiendo al conjunto indálico en un camino que ya conocen de primera mano los hinchas urcitanos. En la cita ante el Huesca del próximo sábado se convierte en imperativo el puntuar. Y la victoria. El Lugo, sin embargo, sigue en la zona noble de la clasificación, en un meritorio tercer puesto de manera provisional, a la espera de lo que hagan Reus, Zaragoza y Elche.