Noche no apta para cardíacos la que se ha vivido en el estadio del RCD Espanyol. Los locales no se jugaban nada y los visitantes llegaban con el objetivo de la permanencia en el aire tras empatar la pasada jornada con el Valladolid y complicarse la vida.
Todo pasaba por ganarle o empatar a los pericos - ya descendidos- para poder respirar y ser un año más equipo de primera y evitar así el ver qué sucedía en otros campos, porque todo dependía de ellos mismos, aunque no iba a ser un camino de rosas para los de Rubí.
Se adelantaron muy pronto los indálicos
Tras no jugar el primer minuto de partido por la protesta del equipo local por los arbitrajes de las últimas semanas - ya que consideran que es uno de los factores por los que se han visto perjudicados en su vuelta a la segunda división del fútbol español- los almerienses salían a por todas, Centelles - que se ha marcado un fin de temporada espectacular llegaba al área por el carril izquierdo y ponía un balón para que El Bilal Touré en el minuto 10 rematase de cabeza el esférico al fondo de la red de Joan García. Un tanto que le permite al delantero olvidar la lesión que tuvo en el Pizjuán en el mes de abril y que le ha mantenido fuera de los terrenos de juego hasta ahora.
Pero poco duró la alegría en la parroquia indálica y los pericos iban a empatar el encuentro en el minuto 13 por mediación de Puado, que marcó un auténtico golazo tras un pase de Sergi Darder que hacía magia en el centro del campo ante la inacción de Portillo y Robertone en el medio campo.
Se notaban los nervios de los visitantes, que veían a un Espanyol crecido jugando en casa y eso hacía que los locales se volcasen en ataque por medio de Melamed y Darder, que tuvieron el segundo en sus botas. A pesar de eso, controlaban los andaluces las embestidas como podían, todo ello con interrupciones constantes en el juego por el lanzamiento por parte del público de diferentes objetos - pelotas de tenis, de playa...- como parte de la protesta y el descontento contra el arbitraje, algo que los rojiblancos encajaron con deportividad y señorío aunque se estaban jugando la vida, aun así, llegaron vivos al descanso.
Hasta dos veces se rozó el descenso
Y es que nada más empezar la segunda mitad, los de Luis García dejaban helados al millar de seguidores que se habían desplazado al RCDE Stadium y a toda Almería entera, ya que Pierre Gabriel remataba un balón de Brian Oliván y Fernando poco podía hacer para evitar el segundo gol. Empezaban los nervios y en la grada las caras de preocupación, pues en el José Zorrilla no había movimiento en el marcador y esto mandaba provisionalmente al equipo de Rubí a segunda.
Pero Embarba no estaba dispuesto a eso y se cargó el equipo a la espalda, en el que sin duda ha sido el mejor partido del extremo madrileño desde que aterrizase en Almería este verano, se cumplía la "ley del ex equipo" en este caso, ya que la pasada temporada militó en las filas del conjunto catalán.
Tras un primer aviso, al segundo no fallaba y aprovechaba un balón filtrado de Samú Costa para hacer una picadita delante del portero local y poner de nuevo las tablas en el marcador. Se desataba la locura, el Almería volvía a ser de primera, aunque desde el banquillo se pedía cabeza y calma, pues todavía quedaba mucho por delante, apenas corría el minuto 58.
Galones y sangre fría
Pero el Espanyol que quería despedirse de los suyos y de la élite del fútbol con victoria, no había dicho la última palabra y en el 73 Koleosho volvía a adelantar a los suyos poniendo de nuevo el desconcierto en los visitantes.
Corrían los minutos y no se movía el marcador en Pucela lo que hacía que la zozobra dejara paso a las primeras lágrimas en los aficionados visitantes. Introducía cambios Rubí e iba al ataque con todo, apostaba por Ramazani para meter velocidad arriba y poner en aprietos a la zaga espanyolista.
Y Largie iba a ser el que en el 86 provocase un penati que sin duda iba a cambiar todo, un penalti muy claro, pero que en directo, no señaló el riojano Soto Grado, que fue llamado a capítulo por sus compañeros del VAR y que, tras verlo repetido no tuvo dudas, era penalti.
Y ahí apareció el que iba a ser el héroe de la noche, el que sin duda ya ha escrito con letras de oro su nombre en la historia de la UD Almería para siempre, Adri Embarba cogía el balón, aunque su compañero Ramazani se lo reclamaba, el "10" tenía muy claro que lo iba a tirar él.
A pesar de ser un recién llegado - y desconocido para parte de la afición indálica- y a pesar de no saber cómo iban el resto de equipos en ese momento y que la UD Almería estaba en descenso en ese momento - como declaró después del partido- Embarba daba un paso al frente y con sangre fría no fallaba, el Almería era de primera.
Nueve minutos de descuento y de muchos nervios en los que el Espanyol empujaba y el Almería aguantaba, el resto ya es historia porque Almería es de primera y de primera no se va.
Ficha técnica:
RCD Espanyol: Joan García, Pierre Gabriel ( Óscar Gil min 63) , César Montes, Calero ( Simo min 46), Brian Oliván, Edu Expósito ( Keidi Baré min 59), Darder ( Koleosho min 63), Puado, Denis Suárez, Melamed ( Vini Souza min 78), Braithwaite.
UD. Almería: Fernando, Pozo, Rodrigo Ely, Babic, Centelles ( Akieme min 75), Samú Cosa ( Dyego Sousa min 75), Robertone, Melero ( Portillo min 64), Lázaro ( De La Hoz min 64), Embarba, El Bilal Touré ( Ramazani min 83).
Árbitro: Soto Grado - colegio riojano-. Amonestó a los locales: Brian Oliván y César Montes y a los visitantes: Melero, Pozo, Samu Costa y Ramazani.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 38 de LaLiga santander disputado en el RCDE Stadium con la presencia de unos 1000 aficionados visitantes.