Es la imagen que muchos esperaban ver de Connor McDavid, la de la jugada que en el momento en que el partido está en el filo de la navaja y decide una serie, la del gol que dice que su equipo es el que manda y avanza a la siguiente ronda o decide una Stanley Cup. Pues todos aquellos que vean este quinto partido de la serie que ha enfrentado a Flames y Oilers, ha podido al fin contemplarla. 

En cambio en Carolina los aficionados contemplaron algo a lo que están acostumbrados, Carolina Hurricanes volvía a convertir el PNC Arena en una fortaleza inexpugnable y sumaba la tercera victoria de la serie.

(3) Carolina Hurricanes 3-1 New York Rangers (2)

La ley de los Canes volvió a establecerse en su pabellón de Raleigh, y para recordárselo a sus rivales estuvo Vincent Trocheck, que en inferioridad robó un disco con el que salió lanzado junto a Marc Staal, uno de los grandes destacados de la noche para Carolina, y tras combinación con su capitán, batía a un Shesterkin al que no habían podido hacerlo en el cinco contra cinco.

Los Rangers no inquietaban en demasía a Antti Raanta, pero en su segundo power play si obtenían recompensa y se reponían del disgusto de su primera superioridad, Mika Zibanejad ponía el empate en el marcador, sin dejar que Ian Cole apenas probara el banquillo de los castigados, ya que a los seis segundos establecía el resultado con el que se cerró el primer periodo.

El partido seguía la misma tónica, con Carolina ya saliendo lanzado desde su zona o con ataques posicionales probando a Shesterkin y Nueva York mordiendo en las ocasiones que alcanzaban la portería de Raanta. A los cinco minutos llegó una jugada que podía haber decidido el partido, o al menos convertirlo en un infierno como el primero a los Canes. Ryan Strome marcaba y ponía por delante a los blueshirts, pero de manera inmediata, Brind´Amour lanzó el challenge, y en la revisión posterior, el fuera de juego de Andrew Copp visionado en la misma, llevó el marcador al estado de empate previo a la jugada.

Carolina aprovechó la vida extra y Teravainen adelantaba su equipo marcando el gol que a la postre sería el ganador del partido en la mitad del tercio, demostrando que en este partido, los equipos especiales de los de casa, también funcionan.

Los Rangers no consiguieron hacerse con el control del partido en busca de la remontada, Carolina mantenía la presión y finalmente en el tercer periodo, Svechnikov robaba un disco en la zona neutral y ponía aún más distancia en el marcador.

La serie se desplaza al Madison, los Canes necesitarán reflexionar y encontrar la fórmula para ganar fuera de casa, no solo por ganar esta eliminatoria, si no para consolidar una candidatura legítima a la Stanley Cup. Los Rangers buscarán el séptimo partido intentando encontrar la debilidad de sus rivales fuera de casa.

(1) Calgary Flames 4-5 OT Edmonton Oilers (4)

Finalmente Edmonton Oilers son los vencedores de la batalla de Alberta, no por casualidad, si no por una cuestión de justicia. En muchas ocasiones, y con razón, se ha acusado a Edmonton Oilers de ser un equipo con estrellas que eclipsaban en los momentos decisivos, pero en esta eliminatoria, los jugadores estelares, los puntales petroleros se han lucido, mientras que los de Calgary Flames se han quedado apagados.

Mikael Backlund adelantaba a Calgary en un primer periodo de cierto tanteo, pero en el que los locales consiguieron finalizar con ventaja. El segundo periodo cambió de decoración por completo, una hemorragia de goles, que ni Markstrom, muy lejos de su nivel en esta serie, ni Smith, tampoco muy sólido bajo los tubos pudieron cortar. Cuatro goles en 1:10 en la parte final del periodo, dejaban las espadas en todo lo alto para el tercer periodo, y sin tener muy claro que rumbo podría tener el encuentro en los veinte minutos restantes.

Conscientes de su vulnerabilidad en la portería, ambos equipos nadaban y guardaban la ropa, algo menos los Flames, pero nadie quería verse atropellado por la delantera rival. El tercio entraba en su fase final cuando llegó la jugada que puso en curso la rueda del destino.

Backlund esquinado a su derecha lanzaba el disco hacia la portería buscando el rebote para un compañero, y Blake Coleman encontró ese disco en la portería de Smith, poniendo una ventaja que se esfumó tras la revisión del gol. Los árbitros determinaron que el delantero de Calgary había movido su pie para ayudar a la entrada del puck. El 4-4 seguía inamovible.

En el tiempo extra, McDavid hizo su magia, el forecheck del capitán petrolero forzó la pérdida del disco de Calgary, Leon Draisaitl gracias a la acción de presión de su compañero de línea, facilitó la asistencia que hizo que el único punto de Connor McDavid en esta noche, haya sido el gol decisorio de la serie.

Así los Oilers se convierten en los paladines de Canadá para llevar la Stanley Cup de vuelta al país de la hoja de arce, y ahora solo les queda esperar quien será su rival, Colorado o St. Louis.