Siempre en la sombra, sin estridencias, sin levantar especiales pasiones, pero con gran efectividad. Berdych camina sin prisa pero sin pausa en el mundo del tenis, y son ya muchos años los que le amparan como top-10. No logra dar el paso que le permita ganar un Grand Slam o imponerse a los mejores de manera más o menos habitual, pero Berdych no se desespera y sigue siendo uno de los jugadors más fiables del circuito cuando juega contra tenistas inferiores a él.

De menos a más el checo

Bhambri lo es, y mucho. El joven jugador indio ha fraguado su condición de top-100 a base de mucho esfuerzo y comparecencias en torneos Challenger. No se le acostumbra a ver en torneos ATP ni compitiendo contra los mejores, y eso lo ha acusado desde el primer momento del encuentro. 

Berdych reaccionó a tiempo y acabó jugando bien

El primer parcial fue el único en el que hubo cierta igualdad, pero más por demérito del checo que por el buen hacer del indio. Bhambri jugó a su nivel, aunque impregnado de ilusión e ímpetu. Eso le valió para poner contras las cuerdas a un Berdych realmente pesaroso, errático al servicio y lento de piernas.

Solventó el entuerto en que se había metido en el último momento, logrando dos roturas de saque que le llevaron a adjudicarse la primera manga por 7-5. Ahí se acabó el partido. Bhambri se vino abajo al no haber podido aprovechar la oportunidad de su vida, y su tenis bajó enteros en contraposición al de Berdych.

El checo se asentó en la pista, jugó con paciencia y comenzó a carburar y tomar las sensaciones necesarias para afrontar un evento de esta magnitud. Trámite resuelto y vista puesta ya en la siguiente ronda, donde tendrá como rival al 138 del mundo, el bosnio Basic, un jugador con mucho potencial pero que no debería poner en problemas al checo.