Lo tiene todo para hacer historia. Dominic Thiem se destapa como uno de los baluartes de la tan esperada y difícil regeneración del tenis masculino. Ya con cinco títulos ATP en su haber, Thiem ha demostrado que sabe cómo ganar, y acompaña su alma competitiva de una condición física a prueba de bombas, y un talento inconmensurable en todos sus golpes. 

Es un jugador completo donde los haya, capaz de jugar bien en cualquier superficie y que es consciente de que el camino para la gloria es el orden en las ideas, y la elección de golpe preciso en cada momento. No se obceca en la búsqueda directa del ganador, e imprime efectos a la bola realmente diabólicos. Esta gira latinoamericana pasará a la historia como aquella en la que Thiem ganó dos torneos y venció a jugadores como Ferrer o Nadal. Al austriaco solo le queda plasmar estas sensaciones en torneos Masters 1000 y Grand Slam. Si lo consigue, puede aseverarse que el futuro ya es presente.

Duelo de tú a tú ante Tomic

Digna final de un torneo ATP 500 la que protagonizaron el austriaco y el australiano. Dos jóvenes con hambre de títulos, y que luchan por dar un salto cualitativo en su carrera. El encuentro tenía morbo, y a pesar de la igualdad reinante, se decantó por el jugador que llegaba con una tendencia más positiva al torneo. 

Largos e intensos peloteos sazonaron todo el encuentro, siempre y cuando Thiem lo permitió. Y es que el austriaco dio una exhibición al servicio sin precedentes, acumulando la friolera de 22 saques directos, una cifra más propia de un gigante como Karlovic o Isner, que de un jugador versátil como él. En el primer set, ambos se rompieron el servicio en una ocasión, y se llegó a un tiebreak en el que los puntos gratis de Thiem al servicio salvaron situaciones límite, y le dieron moral para ponerse con ventaja.

Bernard Tomic en Acapulco. Foto: atpworldtour.com
Bernard Tomic en Acapulco. Foto: atpworldtour.com

Thiem desaprovechó cinco bolas de break en el segundo setLos nervios acudieron al bueno de Dominic en la segunda manga. Y es que siguió llevando la manija del encuentro, pero no pudo trasladar esa superioridad al marcador. Tuvo cinco bolas de break, y no supo aprovechar ninguna de ellas, dando alas a un Tomic inconmensurable en momentos cumbre. El díscolo australiano aprovechó la única de la que dispuso, y llevó el encuentro al set definitivo, para regocijo de un público entregado.

Dominic Thiem en Acapulco. Foto: atpworldtour.com
Dominic Thiem en Acapulco. Foto: atpworldtour.com

Thiem no se vino abajo, sino que recurrió de nuevo al saque para desembarazarse de los nervios. Metió un 73% de primeros saques, y tan solo perdió tres puntos con este golpe. A pesar de ello, Tomic llegó a efectuar un break, pero quedó en agua de borrajas ante el gran nivel de Thiem al resto. 

Brazos al cielo mexicano del austriaco, que se calaba con garbo el sombrero típica de la zona, celebrando el hito logrado. Es uno de los mejores jugadores en lo que va de año, y promete emociones fuertes en Indian Wells y Miami. Se acerca al top-10, que se erige en su gran objetivo durante este 2016. El talento tiene su recompensa.