Una vez más volvió a levantar un título WTA. Existen dos versiones claramente diferenciadas de Karolina Pliskova. Una de ellas es la de una jugadora incisiva, veloz de piernas y muy constante de mente; agresiva y buscando dominar el punto en todo momento, Pliskova ha mostrado durante 2016 esta versión en torneos Premier. Su único defecto es su regularidad, algo que tiene que mejorar a medida que pasan los años.

Cuando llega el cansancio por la acumulación de partidos, su juego incisivo torna en errático, sus piernas no funcionan con la misma intensidad y pierde esa chispa que le hace ser una jugadora temible. Incapaz de haber superado a lo largo de su aún corta carrera la tercera ronda en los Grand Slam.

El renacer de Pliskova

Logró sacar adelante el partido la checa, con más corazón que cabeza. Tras una primera mitad de año estelar, Pliskova ha dado un paso atrás en rendimiento y resultados en los últimos meses, por lo que quiere redimirse en esta gira en hierba. Hoy lo ha conseguido levantando el título en Nottingham tras vencer a la norteamericana Alison Riske por 7-6 (8) y 7-5.

El partido comenzó muy igualado con ambas tenistas manteniendo con firmeza sus respectivs saques. Dicha igualdad iba a quedar patente hasta el tercer juego, cuando Pliskova rompió el saque de su rival. Por mucho que lo intentaba Riske, su rival controlaba a placer el juego sin apenas contemplaciones. Con 4-3 en el marcador, Pliskova supo sufrir y levantar una bola de break a favor de su rival, algo que no lograría hacer tan solo dos juegos después cuando Riske le privaba de cerrar el set y empataba a cinco iguales. Las cosas se tornarían negras para la estadounidense, que veía como en la muerte súbida Pliskova conseguía imponer la veteranía y se hacía con el primer parcial por un ajustado 7-6 (8).

Aún y así, Riske continuó creyendo en la victoria y no le perdió la cara al partido. El segungo parcial fue un duelo de tú a tú, en el que se vieron los mejores momentos de tenis del partido. Pliskova tuvo la humildad para batallar hasta la extenuación con la norteamericana y recogió sus frutos con un break en el undécimo juego, que le dio la victoria y el título.