Que la hierba es la superficie que peor se adapta al juego de Stan Wawrinka no es un secreto. A pesar de poseer las características necesarias para triunfar en esta superficie, el helvético nunca ha ganado un título sobre el pasto, y tan solo ha jugado una final. Wimbledon es además el único Grand Slam en el que Stan nunca ha pisado unas semifinales. Su techo está en los cuartos de final, ronda alcanzada las dos últimas ediciones, en las que cayó frente a Richard Gasquet y Roger Federer respectivamente. Si a su bajo rendimiento en hierba sumamos que su rival era Taylor Fritz, la joven promesa norteamericana, no suena extraño decir que el suizo estaba ante un debut cuanto menos peligroso.

Oficio ante un buen Fritz

Aunque llegaba en horas bajas, habiendo perdido siete de sus últimos nueve partidos en el circuito, Fritz saltó a la pista número de uno Wimbledon con las ideas muy claras y, sustentado en un buen servicio con el que no dio opción al resto, plantó cara a Wawrinka. El número cinco mundial, por su parte, planteón un partido muy serio, concentrado desde el primer juego. Aunque al resto no tuvo oportunidad, se mostró sólido al saque, llevando la primera manga a un tie break en el que simplemente fue mejor.

Stan Wawrinka (Fotografía: Wimbledon)

El desenlace de la primera manga terminó con la concentración del estadounidense. Su efectividad con el servicio desapareció, y su porcentaje de puntos ganados con el primer servicio descendió drásticamente por debajo del 50%. Stan Wawrinka siguió a lo suyo, y activando el modo rodillo cerró el segundo parcial con un contundente 6-1.

Fritz, para el que ganar el partido sonaba ya a utopía, se soltó, recuperando la solidez con el servicio. Su porcentaje de primeros servicios seguía lejos de las cifras del primer set, pero la efectividad con el mismo volvió a términos similares. Confiado o sorprendido por la reacción de Taylor, Wawrinka levantó el pie del acelerador. La tercera manga se resolvió en una muerte súbita en la que Wawrinka fue tan solo un espejismo de los dos sets anteriores. Fritz mandaba el partido al cuarto parcial.

Taylor Fritz (Fotografía: zimbio.com)

Fruto del cansancio, los errores de ambos jugadores se incrementaron. Los servicios se tornaron más vulnerables, y en el juego de fallar menos, Wawrinka se llevó la palma. El suizo cerraba un complicado debut por 7-6, 6-1, 6-7, 6-4. La victoria venía con sopresa, y es que en segunda ronda Stan se cruzará ni más ni menos que con Juan Martín Del Potro, en lo que será el duelo más destacado de la siguiente ronda.