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Anderson vence a Isner en el segundo partido más largo de la historia del tenis

Kevin Anderson y John Isner protagonizaron una maratón tenística de más de seis horas en lo que ya es el segundo partido más largo de la historia del tenis, solo superado por el que disputaron el propio Isner y Nicolas Mahut en 2010. Sin embargo, en esta ocasión el norteamericano acabó claudicando en un quinto set épico que acabó con un 26-24 para Anderson.

Anderson vence a Isner en el segundo partido más largo de la historia del tenis
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Por Eduard París

Cuando el pasado miércoles se conocieron los nombres de los cuatro semifinalistas de Wimbledon, el Nadal-Djokovic era para muchos la final anticipada y sin duda el duelo a seguir, pero Kevin Anderson John Isner se encargaron de que su partido sea muy probablemente el más recordado de todo el torneo. 6 horas y 36 minutos de lucha épica entre dos jugadores que sabían que esta era su gran oportunidad de llegar por primera vez a una final de Wimbledon y que por ello lucharon todos y cada uno de los 569 puntos que tuvo el encuentro como si fuera el último.

El inicio del partido ya auguraba un duro choque, empezando ya en el tercer juego, donde Anderson necesitó algo más de trece minutos para cerrar su segundo juego al saque. El sudafricano no acaba de sentirse cómodo sobre la pista y un Isner muy agresivo conseguía disputar muchos puntos al resto. Aun así, Anderson tuvo su gran oportunidad con una bola de set al resto con 5-4, pero Isner se mostró impasible para salvarla y llegar al primer tiebreak del partido. Se colocaría con 3-1 ahí Isner, pero la garra de Anderson terminarían decantando la balanza a su favor.

El segundo set redujo las opciones al resto de ambos jugadores y solo hubo un punto de break, fue en el noveno juego y nuevamente a favor de Anderson, pero esta vez tampoco iba a llegar la rotura y el set también se iba a decidir en la muerte súbita. Esta vez Isner no se iba a dejar sorprender, y tras colocarse con 3-0 a su favor, conseguía igualar el encuentro.

En la tercera manga llegarían las primeras alternativas al resto. El primero en quebrar fue Anderson, que se colocaba con 5-3 y saque para volver a ponerse por delante en el partido, pero Isner sería capaz de devolverle la rotura y seguir vivo en el set, que llegaba a un desempate que se antojaba como clave en el partido. Los nervios se apoderaron de ambos jugadores y hubo hasta nueve puntos al resto durante este tercer tiebreak, el último de ellos a favor de Isner, que conseguía así darle la vuelta al partido.

A pesar de estar por detrás en el marcador, Anderson parecía estar más entero físicamente y ese hecho fue clave durante la cuarta manga. El sudafricano lograba su segunda rotura del partido en el quinto juego del cuarto, pero nuevamente sería incapaz de consolidar su ventaja, dejando que Isner volviera a igualar el marcador por segunda vez consecutiva. Fue un duro mazazo para Anderson, quien sin embargo supo mantener el nivel y esperar de nuevo su oportunidad, que iba a llegar en el momento clave del set, en el noveno juego, con otra rotura que esta vez sí sería definitiva.

Se llegaba al quinto set con ambos jugadores al límite física y mentalmente, y con un desenlace totalmente incierto. Isner había conseguido darle la vuelta al partido, pero Anderson venía con la inercia favorable y con mejores sensaciones. Ninguno de los dos quiso arriesgar en ningún momento, sabiendo que cualquier error significaba el final del partido conociendo el nivel sacador del rival, así que ambos jugadores se aferraron a sus saques. Sin embargo, esto es Wimbledon y aquí no hay desempate. Un Isner totalmente exhausto veía como Anderson empezaba a acecharle a partir del 7-7. De ahí al final del partido, el sudafricano no sufrió más con su saque y tras esta primera oportunidad, llegó a colocarse hasta en seis ocasiones con 0-30 y a desaprovechar hasta cinco puntos de break frente a un Isner imperial con su saque en los momentos más difíciles del partido. Pero la gasolina del norteamericano duró hasta el 24 iguales, cuando Anderson se aseguró un 0-40 para conseguir posiblemente la rotura de servicio más importante de su larga carrera deportiva. A continuación, ya no hubo marcha atrás y el de Johannesburgo cerraba una histórica victoria que quedará para siempre en los anales del tenis mundial.

Anderson todavía no conoce a su rival en la final, y es que el partido entre Novak Djokovic Rafael Nadal no pudo finalizar y se reanudará en la jornada del sábado con un resultado de 6-4, 3-6, 7-6(9) favorable al serbio.