Jornada de viernes en el Club de Tenis de Estambul con la disputa de los cuartos de final del torneo WTA. Tras la maratoniana victoria de Eugenie Bouchard ante Danka Kovinic, era el turno de la única representante española que quedaba en liza, Paula Badosa, que se iba a medir a la tercera favorita del cuadro, la eslovena Polona Hercog, buscando igualar su mejor marca en un torneo WTA, las semifinales. De maratones iba la cosa.
Un detalle inicial decanta el primer set
Se esperaba un choque verdaderamente atractivo ya que ambas jugadoras tienen un perfil similar. En el parcial inicial se pudo observar la tremenda solidez de las dos a la hora de jugar con su turno de servicio. Todo ello ocurrió después de que se produjese la primera rotura del partido, con la tenista española al saque.
Hercog pegó primero y desde ese momento se mostró inquebrantable al servicio. Lo mismo que Badosa, que tampoco concedió opciones, tarea obligada si buscaba empatar el set. Con ello se llegó a los compases finales y la afincada en Begur gozó de dos oportunidades para ello, pero se esfumaron y la eslovena ponía la primera piedra para ser la segunda semifinalista.
Comienzan a producirse las primeras hostilidades
El duelo transcurría muy tranquilo hasta el momento. En el segundo set, se abrió la veda de los continuos intercambios y de la sucesión de oportunidades tanto para una como para la otra. Los puntos eran bonitos, de un gran nivel. Badosa apretaba las tuercas a una Hercog que se defendía pero que buscaba el ataque cuando la situación se lo permitía.
A ello hay que sumarle la gran ventisca que hacía sobre la pista central, algo que aún así no impidió disfrutar de un gran duelo. Tras un intercambio de contrabreaks al inicio, se llegó a mediados del parcial. Aquí, la española necesitó nada más y nada menos que 9 pelotas de break para colocarse por delante en el marcador. Todo ello tras solventar su anterior turno de servicio en el cual tuvo que salvar 2 pelotas de rotura.
Esto fue un tremendo oxígeno para Badosa que vislumbraba la luz al final del túnel y prepararse así para unos últimos metros que iban a ser de auténtico infarto. Sin pestañear, segura y convincente, Paula Badosa cerraba al saque el segundo set forzaba así el tercer y definitivo set que a la postre tendría todos los ingredientes WTA posibles.
Badosa sale indemne de un auténtico festival de breaks
La tensión, los nervios, ciertos errores de bulto, pero sobre todo los breaks y el drama, son la ecuación de un alto porcentaje de partidos WTA. ¿Resultado? Un set verdaderamente entretenido con el fin de observar quien de las dos jugadoras consigue ganar un turno de saque y ver si la rival es capaz de sobreponerse.
De los diez juegos que se disputaron, nueve de ellos fueron breaks. En un dramático intercambio de golpes y de roturas, lo impredecible se adueñaba del set, y eso que ambas tenistas disfrutaron de momentos en donde sólo necesitaban un punto para al fin poder ganar un turno de servicio.
La función de los breaks persistía según se iban acercando los instantes finales. Con la eslovena al servicio, una pelota muy justa fue cantada 'Out'. Badosa rompió el servicio y en el cambio de lado, Hercog, muy mosqueada, no estuvo de acuerdo con la decisión y pidió explicaciones a la juez de silla.
Frustrada y al límite del agotamiento mental, Hercog no fue capaz de resistir y acabó entregando el partido a Badosa que hoy, en una muestra de supervivencia magnífica, firmó las segundas semifinales de toda su carrera igualando así su mejor resultado en un torneo WTA profesional y repitiendo la misma ronda a la que llegó en Rabat en el año 2018. Su siguiente rival será la canadiense, ex Top 10 mundial, Eugenie Bouchard.