Es la única representante local que sigue en singles. Ashleigh Barty se aferra a convertirse en la primera australiana desde 1978 en ganar el campeonato femenino en su “Major” de local. La número uno del mundo ha tomado impulso y confianza gracias a su victoria en sets corridos sobre la rusa Ekaterina Alexandrova.
Barty, siempre con una venda y cinta adhesiva pegada al muslo izquierdo, sufrió un descanso en el servicio en ambos sets, pero se recuperó para enderezar su camino hacia una victoria por 6-2 6-4 sobre la cabeza de serie número 29, en el Margaret Court Arena, vacío de público por el confinamiento decretado a nivel sanitario.
La número uno del mundo se enfrentará a la estadounidense Shelby Rogers, quien llegó a la cuarta ronda tras eliminar a la estonia Anett Kontaveit, sembrada 21, por 6-4 6-3.
Barty es favorita para ante Rogers, que sin embargo, es una adversaria de peligro, que requiere “cuidados”. Avanzar a los cuartos de final por tercer año consecutivo, no será una tarea sencilla.
“Estamos haciendo todo lo correcto para que sea lo mejor posible”, dijo Barty, en conferencia de prensa.
Svitolina
Elina Svitolina, cabeza de serie número cinco, también está en la cuarta ronda del Abierto de Australia después de su victoria por 6-4 6-0 sobre la kazaja Yulia Putintseva, en Margaret Court Arena.
La ucraniana está a la segunda semana del Grand Slam australiano por tercer año consecutivo, después de una demostración de confianza y buen tenis contra su oponente kazaja.
La jugadora, de 26 años, jugará contra estadounidense Jessica Pegula, en la próxima ronda.
Svitolina fue demasiado buena y mostró sus credenciales, una vez más contra la cabeza de serie número 26, mediante excelentes selecciones de tiros.
Se recuperó de un quiebre en el primer set, antes de ganarlo 6-4 con el servicio de la kazaja en su cuarto punto de set. Fue una gran frustración de Putintseva, quien rompió su raqueta de tanta rabia.
En el segundo set, Putintseva comenzó lenta. Svitolina aprovechó, encontró con un golpe de derecha hacia atrás en la línea, para tomar una ventaja de 2-0.
A partir de ahí, Svitolina tuvo el control total, “mordiendo” a su oponente con cada golpe y movimiento, hasta rematar la jornada con una segunda manga impresionante por 6-0.
