Sorprende ver a un tipo como Nicola hablar castellano con tanto desparpajo como lo hace, con un deje levantino inesperado ante su apariencia aria. Torrevieja es su lugar de residencia desde que era un crío y la academia JC Equelite es donde se forjan los sueños e ilusiones de un chico con un potencial tremendo. Es precipitado pronosticar un futuro en un jugador de 16 años, pero las condiciones físicas y técnicas de Kuhn hacen pensar a cualquier espectador que está ante una estrella del futuro.

Acude a Nueva York con la ilusión de ir abriéndose hueco en un circuito junior realmente complejo, con tenistas de mayor edad y experiencia, aunque no potencia porque al español le corre la bola como a pocos. Ya está en tercera ronda donde podría verse las caras con el australia Minaur, de padres españoles y rechazado en la federación nacional hace unos años.

Kuhn dominó a su rival pero no a sí mismo

La victoria cayó de su lado pero pudo haberlo hecho mucho antes si el español no hubiera perdido la concentración en la segunda manga. Los golpes de Nicola eran mucho más potentes que los de su rival, así como su sentido del juego. Subió a la red con inteligencia y no se precipitó en la búsqueda del golpe ganador durante un brillante primer set.

Sin embargo, Riffice despertó en la segunda manga, dejando atrás unas supuestas molestias físicas en su espalda y poniéndose el mono de trabajo. Logró sacar de su zona de confort a Kuhn, que cometió demasiados errores y dejó escapar el segundo parcial.

Se vio abocado al set de desempate, que volvió a dominar de principio a fin al apoyarse muy bien en su saque y resto, tomando la iniciativa desde el inicio y conectando numerosos golpes ganadores. Victoria importante para el de Torrevieja, que intentará dar continuidad a la racha en pos de ir foguéandose entre la élite del circuito junior y preparar su paso a los torneos Challenger.