Con nubes y claros, y con una ventisca muy fuerte, así amaneció el noveno día de competición en Nueva York, donde se iba a dar el pistoletazo de salida a la ronda de los cuartos de final en la parte baja del cuadro en la rama femenina. Abriendo la actividad en la pista Arthur Ashe, Roberta Vinci ante Angelique Kerber, un auténtico duelo de estilos entre dos tenistas.

La solidez, la clave del éxito en el encuentro de hoy tanto para una como para otra. Kerber debía atacar un poco más, pues con Vinci desde el fondo de la pista con la derecha liftada y con ese cortado flotante que tanto daño hace, pocos resquicios iba a poder encontrar. En definitiva, un show de caracteres digno de unos cuartos de final de Grand Slam en el US Open.

Igualdad en el Cara a Cara: 2-2

Previamente al sexto enfrentamiento entre ambas, si se cuenta el Walkover que dio Kerber en el torneo de tierra batida de Nuremberg en el año 2015, el Head To Head estaba empatado a dos victorias para cada una. La última ocasión que se vieron las caras fue hace tres años, casi a punto de finalizar la temporada, en el WTA Premier Mandatory de Pekín, con triunfo para Kerber en dos sets. Curiosamente, pese a la gran igualdad entre ambas tenistas, ninguno de sus cuatro enfrentamientos se fue al tercer y definitivo set. En Nueva York, con las dos disfrutando de un muy buen estado de forma, el plato estaba servido.

Kerber revierte tres veces un marcador adverso en el set inicialDesde muy pronto, Kerber y Vinci dilucidaron sobre el cemento neoyorkino la batalla de intercambio de golpes que se iba a vivir, auqnue sólo fuera en el primer set. La estrategia de Vinci funcionó a la perfección; se mostró sólida desde el fondo para en un momento propicio subir a la red  a cerrar el punto o bien buscar la subida de Kerber y encontrar el passing o el error. La de Bremen, sin embargo, no quería entrar en peloteos y por tanto se vio obligada a tener que ser ella quien creara el punto, algo que provocó ver bastantes errores lo cual le dio ventaja a la italiana.

La nacida en Taranto aprovechó los errores que concedió Kerber para colocarse dos veces por delante con un break a favor en dos juegos maratonianos al resto, pero Kerber enterró las opciones de Vinci, pues reaccionó bien en cada uno de ellos para recuperar la desventaja. Aún así, hubo una tercera vez para la mediterránea, esta vez sacando para set gracias a un autobreak por parte de Kerber, pero una vez más, la alemana sacó su carácter guerrero y se desquitó empatando nuevamente el set y revirtiendo el marcador por tercera vez. Vinci pegó un bajón tremendo y se desconcentró. Prueba de ello fue el foot fault de segundo saque con el que entregó la primera manga a la alemana por el marcador de 7-5.

Kerber, en modo ciclón para sellar el pase a semifinales

En el segundo set se esfumó completamente la batalla, ya no hubo, sólo compareció una tenista sobre la pista, y esa fue Angelique Kerber, totalmente renacida tras haber realizado un intermitente primer parcial. En cambio, Vinci quedó totalmente fuera de combate. La italiana se desfondó totalmente físicamente y no fue capaz de seguir en la batalla. La de Bremen se aprovechó de los notables problemas físicos y no dudó en hacer daño y endosar un doloroso marcador a la tenista italiana.

Kerber endosó un 9-0 de parcial desde el 4-5 adverso del primer set para acabar venciendo por 7-5 y 6-0 y sellar así su pase a las semifinales del US Open, unas semifinales que no pisaba en la Gran Manzana desde el año 2011. En la ronda de las últimas cuatro mejores, dos sorpresas. La letona Anastasija Sevastova o bien la danesa Caroline Wozniacki. Kerber quiere el número uno, y lo quiere en Nueva York.