Los que no parecía humanos ahora demuestran que lo son. La mejor hornada de jugadores de la historia del tenis encara un progresivo, lento pero inexorable decaimiento. No son solo Federer y Nadal, sino también secundarios de lujo que en cualquier otra época habrían podido ser campeones de Grand Slam, como Ferrer o Berdych.

Precisamente éste último pareció resurgir en el torneo de Shenzen, alzándose con el título, pero apenas unas horas después acusó el cansancio físico y mental y demostró haber perdido ese aura que le hacía casi invencible ante jugadores con peor ránking que el suyo en cualquier circunstancia. Los años no pasan en balde y es preciso prepararse para el final de una generación histórica. Mientras tanto, seguirán otorgando destellos de su talento y poniéndoselo difícil a cualquier osado que aspire a derrotarles. En esta ocasión, Gilles Muller lo logró.

Berdych se desfondó en el primer set

Se esperaba un encuentro igualado, con ambos contendientes dominando al servicio e imponiendo su juego incisivo. Gilles Muller explota su condición de zurdo y sube a la red sin remilgos. Cuando está inspirado al servicio, el veterano luxemburgués es un peligro para cualquiera. Y ¡vaya si lo estuvo ante Berdych! Doce saques directos y un 86% de puntos ganados con primer saque, explican lo complejo que fue restar para Tomas.

Hubo cinco bolas de break en una primera manga no apta para cardíacos, pero ninguna de ellas se pudo aprovechar, desembocando el set en un tiebreak. Allí, las opciones para uno y otro se sucedieron hasta que Muller encontró "El Dorado" y pudo encadenar varios puntos consecutivos. Ese triunfo parcial se antojó definitivo, a tenor del golpe moral inflingido a un Berdych que no pudo ni siquiera competir en el segundo set.

Su siguiente rival será Marcos Baghdatis

Gilles Muller obtiene así su pase para la segunda ronda, donde se medirá a otro hombre curtido en mil batallas en el circuito, como es Marcos Baghdatis. El encuentro promete emociones fuertes y se erige en un duelo de estilos realmente atractivo para el espectador.