Estaba muy marcado, antes del partido, cuál debería ser el plan de juego que tendría cada uno para conseguir el paso a la segunda ronda. Mónaco, que venía de un largo receso falto de ritmo, debía acortar lo máximo que pudiera los puntos para que Delbonis no se metiera en el partido. Por el contrario Federico, con sostener el ritmo, no solo en lo físico sino que además en lo mental, alargando los puntos manteniéndose desde la base y moviendo a su rival para quitarle resto físico, poniéndolo incomodo con su tenis. En el primer set hasta el séptimo juego, fue todo de Delbonis, jugando desde el fondo de la cancha, forzando a Mónaco a cometer errores, principalmente de revés, y sosteniendo con facilidad sus puntos de saque. Federico, lo quebró dos veces para ponerse 5-1.
El juego se descontrola
A partir del séptimo juego el partido cambio radicalmente, Delbonis, que venía seguro, empezó a errar, primero porque Juan comenzó a jugarle ángulos al revés, para después hacer que Delbonis pegara la derecha corriendo con menos potencia e inestabilidad. Mónaco mostró oficio, y con todas sus falencias, empezó a obligar a que Delbonis pegara fuera de foco, sin ritmo, como si estuviese en falsa escuadra, no centrado en su eje. Lo puso tan incómodo que recuperó los dos quiebres y logró igualar a cinco el tanteador.
El descontrol de los dos últimos juegos fue total y Mónaco, que había encontrado el rumbo, jugó un desastroso juego de saque, volviendo a estar desenfocado, manteniendo luego el saque de Delbonis para quedarse con el set por 7-5. Los primeros juegos del segundo set fueron para Mónaco porque erró menos. Delbonis seguía sin poder asentarse con su derecha, su mejor golpe, por lo que Juan quebró rápidamente poniéndose 3-1. En el sexto juego, con su saque Mónaco, lo perdió solo en cero, erró todo lo que tiro, comenzó con un smash, luego dos reveses a la red y después, para terminar la obra de terror, un drive fuera. Delbonis, con su saque, no quiso ser menos que su rival y también lo entregó en bandejas para que Mónaco ganase el próximo juego de saque y se colocara 5-3.
El partido fue más sufrido de lo que se jugó, Delbonis quebró en el sexto y luego se afianzó, gracias a que recuperó algo de su tenis y al cansancio evidente de Mónaco. Ganó Delbonis en el tie break, rápidamente. Para Delbonis, peor de lo que jugó es imposible, ahora viene el encumbrado Pablo Carreño, en los papeles debería ganar el español, pero los partidos siempre primero hay que jugarlos.