Primero fue Sugita y ahora Chung. El día comenzaba de la peor manera, lluvia y los partidos comenzaron con cinco horas de retraso pero cuando por fin se inaguraron los octavos de final en Barcelona se citaban en la pista 2 un duelo de estilos, y un duelo de jóvenes promesas. En un lado el ya conocido y favorito del partido, Alexander Zverev que atravesando una crisis en su tenis quería citarse de nuevo con Nadal como en Montecarlo pero antes tenía que derrotar al sorprendente Chung.

Solvente y sin miedo

El partido comenzaba con la pista pesada debido a las circunstancias atmosféricas de los últimos días. El menor de los Zverev necesitaba volver a sentir buenas sensaciones en tierra batida, tras iniciar la gira de clay con un repaso sin apenas saltar a la pista central de Montecarlo donde Nadal le paso por encima, llegaba a Barcelona con una wildcard para seguir mejorando cuanto antes de cara al próximo Grand Slam de la temporada. En segunda ronda tuvo que enfrentarse al español Nico Almagro y a pesar de derrotarle confirmaba que se mereció ganar el murciano. Además de derrotas en este 2017 había cambiado su actitud, ya no era aquel niño bueno que derrotaba y sorprendía a sus rivales. Malos gestos y mucha rabia en fallos suyos o aciertos del rival.

El primer break del partido fue para el surcoreano, tras avisar en el primer juego de partido que conseguía salvar el joven alemán. Pero en un abrir y cerrar de ojos, el marcador reflejaba un claro 1-4 con ya dos breaks en contra de Zverev. Misma situación que hace unos días contra Nadal, muchos fallos, cabreos y sin conseguir meter tres bolas seguidas. Chung solo tenía que mantenerse firme desde fondo de pista y con no fallar volvía a romper por tercera vez el saque de Alexander Zverev para poner un aplastante 1-6. Zverev seguía metido en un bucle muy negativo.

Zverev miraba a su palco en busca de explicaciones, sus raquetas pagaban su mal momento y el público le abucheaba. Con este clima, comenzaba el segundo set. Chung además de mantener su gran nivel y sin apenas fallos, quería seguir creciendo como tenista firmando una de sus mejores semanas como profesional tras derrotar a un experto terrícola como otro alemán como Kohlschreiber por un amplio 6-3 y 6-4. En el inicio de la segunda manga, solo un punto en contra al servicio de Zverev que era lo único que le permitía no despedirse del partido. Con 2-3 en el marcador, volvieron los fallos no forzados y el porcentaje de primeros volvía a bajar, momento que Chung no fallaba y conseguía un break que podía indicar que iba a ser decisivo.

Tras un juego en blanco y restar para partido, Zverev parecía dar el partido por perdido y Chung que tuvo la oportunidad de cerrar el encuentro al resto pero Zverev como en cada situación delicada saca su versión más agresiva. Levantó el juego y con 3-5, Chung iba a sacar para meterse en cuartos de final pero se le encogió la muñeca y Zverev rompía el saque,el jugador asiatico pensaba que podía a ver dejado una opción de oro.

Pero cuando en el tenis no estás bien pasan estas cosas. En el momento para igualar el set y poder empezar una remontada se volvía a venir abajo y perdía el partido. Con el punto decisivo, Zverev rompía de rabia y dejaba su raqueta en el suelo rota y se marchaba de Barcelona de la peor manera. Zverev se tiene que replantear algunas situaciones. El jugador surcoreano en cuartos de final le tocará contra el campeón y favorito, Rafa Nadal. Veremos como responde.