El argentino transita en 2017 uno de los mejores años de su carrera. Después de caer en cuartos de final del Masters 1000 de Roma ante Rafael Nadal, llegó a semifinales de Estambul, donde cayó ante el croata Marin Cilic.
Schwartzman, tuvo un arranque sin fisuras y se mostró sólido desde el fondo de cancha para comenzar quebrando el servicio de su oponente en el primer juego del partido. Diego, atacando en sus juegos de saque metiéndose en la cancha y no permitiendo que Ramos contraatacara gracias a tiros profundos, lo hizo todo a la perfección. Ramos tuvo un comienzo errático particularmente con la derecha, desconocido comparado con el nivel que había demostrado el español para llegar a la final de Montecarlo. Diego Schwartzman después de una increíble derecha, puso de nuevo en riesgo de quiebre al español, que se terminó concretando gracias a otro error de ahora de revés de Albert.
Todo transcurría muy rápido en el partido, Diego abriendo con su saque y definiendo con su derecha sobre la cancha vacía, el español jugaba alto y al medio, algo que favorecía los tiros ganadores del argentino y estirando la ventaja a 5-1. Schwartzman, estaba totalmente inspirado, sorprendió al español con dos reveses ganadores colocándose doble set point, para luego definir con la de derecha. En 24 minutos, el argentino logro algo impensado antes del comienzo del pertido, ganarle por 6-1 a un jugador aguerrido y luchador como es el español, cometiendo el doble de tiros ganadores y realizando la mitad de errores no forzados que Ramos.
El final de un partido impecable
Schwartzman entro algo desconcentrado en el comienzo del segundo set, Ramos trató de mantener y sostener los peloteos, obligando al argentino a jugar un partido mas jugado, con intercambio de golpes mas intensos, llevándolo a tener que salvar cuatro oportunidades de quiebre. Sin embargo, Diego se recuperó rápidamente y sostuvo su saque.
La tónica en que transcurría el partido volvió a la normalidad con el saque de Ramos, el argentino abriendo la cancha sobre el revés y definiendo con derecha. Schwartzman, no le daba tregua e inmediatamente le quebró el servicio al español y mantenerlo para colocarse 3-0. La presión de Schwartzman sobre el revés de Ramos, genero dos errores no forzados que lo pusieron nuevamente en doble punto de quiebre, algo que terminó logrando gracias a otro error forzado de Ramos.
Con dos quiebres y un set arriba el argentino se relajó y ante un rival de este nivel empezó a reducirse la diferencia, luego que el español le quiebre por primera vez el servicio para ponerse 1-4 y su saque. El partido se emparejo, no por una merma en el juego del argentino, sino en una mejora en el juego de Ramos, y empezaron a jugar un muy buen nivel de tenis, Schwartzman tuvo la oportunidad de quebrar el saque, pero Albert tuvo las mejores sensaciones del partido, manteniendo su saque y quebrando nuevamente al latinoamericano.
Con Ramos metido en el partido, habiendo igualado en quiebres en el set al argentino, se esperaba una remontada, con el público en las gradas alentado a su compatriota, el español saltó de la silla como para llevarse por delante a Schwartzman. Pero hoy el pequeño debía convertirse en gigante y sacando todo su tenis y su garra que lo llevo a tener doble punto de quiebre, que luego de que Ramos salvara el primero con un gran saque, Schwartzman logro quebrar y colocarse a solo un servicio para ganar el partido. El pequeño Schwartzman, tuvo una versión dominante y perfecta que lo convirtió en gigante al ganarle a un Albert Ramos por momentos desconcertado e impreciso.