El retiro prematuro del inglés Aljaz Bedene del cuadro principal por problemas en una de sus muñecas, permitió que Thompson accediera al cuadro final como lucky loser, para después lograr una de las victorias más resonantes de su carrera.
El australiano, que nunca había ganado un partido sobre césped, dio el batacazo de vencer al campeón vigente de Queen’s, con un juego seguro basado en muy buenos servicios y mantenerse seguro en los momentos más importantes del partido.
Thompson, empezó a meter presión de entrada sobre el saque de Murray, el británico que continua en un mar de dudas, estuvo en su primer juego del partido con dos puntos de quiebre para el australiano. Murray inseguro, enganchando la pelota con su drive en varias ocasiones y lo peor de todo es no mantenerse firme en césped.
En el primer set ambos lograron mantener su servicio hasta el tie break, donde mandó completamente las acciones el australiano y se quedó rápidamente con la muerte subita. Murray, errático y enojado, nunca estuvo a la altura de su ranking actual. Un jugador que no solo hoy no está a la altura de dicho escalafón, sino que durante todo el año no jugó como debe hacerlo el número uno del mundo.
Thompson concluye la sorpresa
El australiano fortalecido después de lograr el primer set, estuvo intratable en el segundo set con su servicio, conectando 12 saques directos y ganando 16 de los 19 puntos que disputó con su primer servicio. Tuvo en jaque al escoses en todos sus juego de servicio, teniendo doble punto de quiebre en el primero y después logrando quebrar el sexto y octavo juego para dar forma al resultado final.
A Murray le está quedando inmenso su puesto en el ránking, Rafa está al acecho, podrá lograr arrebatarle el número uno del mundo. Por lo pronto el escocés perdió en el patio de su casa.