Lara Arruabarrena lo ha vuelto a hacer. Ya son cuatro partidos consecutivos ganados en cuatro días y necesitando que el partido e decida en el tercer set. Todos ellos, partiendo de no favorita en el encuentro y tres de ellos, remontando un set en contra en el marcador. 

Tras perder de forma clara en Mallorca ante la posterior finalista, Julia Goerges, la española acudió a Eastbourne teniendo que disputar la fase previa. Pero la solventó con creces, ganando a dos buenas jugadoras en hierba como Richel Hogenkamp y Tsvetana Pironkova. El logro fue mayor ya que Lara remontó un primer set perdido en ambos encuentros y además no era la favorita para ganarlos. Por si fuera poco, en primera ronda volvió a ganar en tres sets y no siendo la favorita por tercer día seguido, ganando a Yulia Putintseva. El martes será el primer día de descanso de Lara en Eastbourne, sin duda muy merecidoY en el cuarto partido en cuatro días, cuando más difícil parecía, ante la decimosexta cabeza de serie, la australiana Daria Gavrilova, Arruabarrena lograba remontar un 2-6 en el primer parcial en el que no tuvo una sola oportunidad de romper el servicio de su rival y dominaba a placer el segundo y el tercer set, demostrando un mayor fondo físico que su rival, y ganando todos los juegos con su servicio en el último set. Cuatro grandes victorias ante jugadoras con más experiencia sobre hierba en cuatro días consecutivos, y su físico no se ha resentido lo más mínimo a pesar de lo largos que han sido los encuentros.

Arruabarrena conseguirá su mejor ránking WTA y se afianza entre las 60 mejores del mundo

La mejoría de Lara en los últimos meses no tiene límites. Ahora, incluso en hierba, una superficie en la que ha jugado muy poco, ha logrado una serie de victorias muy importantes que le van a hacer superar su mejor posición histórica en el ranking WTA (59ª) con los puntos conseguidos en Eastbourne, y en la siguiente ronda se enfrentará posiblemente a la número uno del mundo, la alemana Angelique Kerber, si la hermana gemela de la número tres del mundo (Kristyna Pliskova) no lo impide. La española no tiene nada que perder en un torneo en el que ya ha cumplido con creces en la semana previa a Wimbledon. La última vez que se enfrentó a la alemana, en abril de 2016, el partido se decidió en la muerte súbita del set definitivo.