El empate ya consumado entre Huracán de Parque Patricios y Patronato de la Juventud Católica ya es pasado para ambos entrenadores. Pero nos enfocaremos en remarcar los aspectos del juego en donde Patronato anduvo mejor y en las cuales anduvo peor.

Para empezar, el trámite lo encontró mejor a los locales, con lo cual Patronato, pese a algunas desatenciones, se mostró firme en la defensa y eso resalta el trabajo esforzado que anda haciendo el director técnico Rubén Darío Forestello a lo largo de la semana en los entrenamientos. Luego, el Patrón empezó a crecer en su nivel en la faceta ofensiva alrededor del minuto 25 hasta la finalización de la primera parte, donde comenzó a llegar de a poco al arco e incluso tuvo una chance neta de gol.

En la segunda parte, fue un monólogo de Huracán, que de haber contado con una mejor puntería, habría sido el merecido ganador de las tres unidades pero entre Sebastián Bértoli y el resto de la defensa se encargaron de sellar el camino a los volantes y delanteros Quemeros. En síntesis, la producción del Rojinegro no fue ni buena ni mala. Fue regular. ¿Y por qué de ésta manera lo califico? Porque fue un gran defensor a lo largo del tiempo, que se adelantó y trató de buscar el triunfo y cuando se quedó, logró una sólida defensa donde evidenció una clara filosofía defensiva, en la cual buscaba traerse el empate (que no era mal negocio para los entrerrianos) para seguir respirando del descenso ante un rival directo como Huracán.