Italia no es un país cualquiera. Es un país en el que solamente con poner un pie sobre su suelo te acaba enamorando. Te engancha con sus tentáculos y no te deja escapar. Y es que la "bota" de Europa como se la conoce por su forma está recuperando poco a poco el legado perdido. Aquél que dominó el calcio durante los años 80-90, con generaciones de futbolistas históricas. Las prestaciones de la Roma, en semifinales de Champions League, la "casi" proeza de la Juventus, o la Lazio en los cuartos de Europa League, a pesar de ser eliminada, van dejando atisbos de futuro brillante por delante.

En esa cresta de la ola, precisamente, se encuentran varios jugadores españoles que tomaron el camino de ida y, de momento, sin vuelta. Algo normal y entendible viendo el nivel que están mostrando cada uno de ellos en sus respectivas escuadras. Además, cabe destacar el dato de que son hasta siete los que han marcado un gol mínimo en lo que va de temporada en la Serie A. Esta lista la conforman los Iago Falque, Luis Alberto, Callejón, Suso, Berenguer, Borja Valero y Albiol.

Callejón y Albiol: el sueño del Scudetto

El quinto año del motrileño en la ciudad de Nápoles está siendo el más especial sin duda. A un solo punto de la Juventus a falta de cuatro jornadas, el triunfo de los azzurri el domingo pasado en Turín reabrió la lucha por el Scudetto. Un título que los partenopeos no levantan desde 1990, con Maradona a la cabeza. Desde entonces, los intentos han quedado en agua de borrajas. Sin embargo, este curso está siendo uno de los más emocionantes de la última década en la Serie A.

Desde que llegó Sarri, Callejón solamente se ha perdido un partido de Serie A

Eso sí, en parte ha sido gracias a la obra de Maurizio Sarri, en el Año III de su proyecto. Desde que regresó a su hogar tras pasar por las catacumbas del Calcio y crecer en el Empoli, ha sabido construir un monstruo brillante y capaz de plantar cara mirándole a los ojos a la Vecchia Signora, como los únicos capaces de destronar a la hexacampeona. Uno de los grandes favorecidos fue José Callejón. Se volvió completamente insustituible. Inamovible en el puesto de extremo derecho del clásico 4-3-3 napolitano. Sus números lo refrendan: en la 15/16 jugó los 38 partidos de liga; en la 16/17 jugó 37, perdiéndose solamente uno; y en la presente 17/18 suma 34, por lo que de jugar los cuatro restantes, volvería a completar la totalidad. Una auténtica barbaridad.

Callejón tras darle la asistencia a Koulibaly en el gol del 0-1 ante la Juventus. / Foto: sscnapoli.it
Callejón tras darle la asistencia a Koulibaly en el gol del 0-1 ante la Juventus. / Foto: sscnapoli.it

En cuanto al balance de goles se refiere, es cierto que en esta campaña se han reducido las cifras. No obstante, son nueve las anotadas, por trece asistencias. Su influencia en el juego es de vital importancia. Especial es su papel en una de las jugadas más clásicas del Napoli, con un Insigne trazando la diagonal hacia adentro y buscándole cómo entra en el segundo palo con un envío convertido en un caramelo. Él, la vespa napolitana y Mertens forman uno de los mejores tridentes de Europa.

Tampoco se queda atrás la figura de Raúl Albiol. El valenciano resulta ser una pieza indispensable en la defensa napolitana. Junto a Koulibaly, forman una pareja prácticamente irreemplazable. Y como señala el título, él también ha visto puerta hasta en dos ocasiones, por lo que son cuatro los goles que ha marcado desde que fichase por el Napoli.

Luis Alberto, un gancho en la Lazio

El caso del futbolista de San José del Valle llama la atención. Fichó el año pasado por la Lazio procedente del Liverpool previo paso por el RC Deportivo, donde brilló. De ahí que los laziale echasen sus tentáculos sobre él. Ya en Roma, su protagonismo se redujo drásticamente, hasta tal punto de llega solo a los once partidos (entre todas las competiciones) y ver una vez puerta. En parte se vio perjudicado por el gran momento de forma que vivía Keita Baldé. Pero con la marcha de este al Mónaco en el pasado mercado estival, se le abrieron las puertas de par en par. O más bien, las acabó derrumbando él mismo.

Simone Inzaghi encontró un ecosistema perfecto en el que el futbolista gaditano se viese potenciado. Un 3-5-2 en el que funciona como una especie de gancho con el centro del campo y la delantera, la cual comparte con Immobile, formando una dupla letal. Su movilidad por la parcela de ataque acaba volviendo loca a las defensas rivales, creando numerosos espacios que termina aprovechando el bomber italiano (41 dianas en total), o bien Milinković-Savić llegando desde atrás cual tren de mercancías.

Pero es que Luis Alberto no se queda atrás en sus números: 12 goles y 19 asistencias en Serie A, Coppa y Europa League. Esto concuerda con el gran curso que está firmando la Lazio, situada en la 4ª plaza con 67 puntos, inmersa en la lucha por conseguir un billete para la próxima Champions League.

Luis Alberto celebrando uno de sus goles con la Lazio. / Foto: sslazio.it
Luis Alberto celebrando uno de sus goles con la Lazio. / Foto: sslazio.it

El diablo lombardo no despega

En el lado rossonero de la ciudad de Milán se vuelven a vivir tiempos revueltos. Con la entrada del capital chino el pasado verano y la millonaria inversión en fichajes parecía situar al Milan entre los candidatos a los primeros cuatro puestos. Meses después, están fuera de la zona europea (7º), aunque sí están en la final de la Coppa Italia. La irregularidad les está costando caro. Primero acabó con Vincenzo Montella, destituido tras no dar con la tecla. Y ahora el Rino Gattuso, con el cual parecía enderezarse el rumbo y recortar puntos con los puestos Champions -incluso se ganó la renovación-  suman seis partidos sin ganar (cuatro empates y dos derrotas). 

Una de las claves reside en la poca imaginación/creatividad que tiene la medular rossonera. ¿Qué provoca esto? Que sea una constante el ver a Suso bajar a recibir para hilar jugada. Muestra de ello son sus ocho asistencias, unidas a las seis dianas que acumula en lo que va de temporada. Su importancia se refleja también en la continua búsqueda de ambos entrenadores de un sistema en el que encajase a la perfección. Finalmente, Gattuso volvió al 4-3-3 con el que se lució en la 16/17, ganándose el premio de la convocatoria con la selección española.

El Spanish Toro

Si al año del Milan se le puede tildar de irregular, el del Torino está un paso por delante. Esto también le costó el puesto a Siniša Mihajlović, siendo Walter Mazzarri el encargado de sustituirle. Pese al baile de los banquillos, hay un jugador que ha rendido a un nivel excelente con ambos: Iago Falque. El futbolista de Pontevedra aterrizó en Italia hace cuatro temporadas cuando firmó por el Genoa. Ya en su primer curso se lució con trece tantos y cinco pases de gol. Esto le sirvió para firmar una campaña después por la Roma. En la ciudad eterna, sin embargo, no encontró el mismo acomodo que en el grifone, lo que supuso su marcha rumbo al Torino.

Iago Falque ha alcanzo -mínimo- los once goles en tres de sus cuatro temporadas en Italia

Y ha sido con la escuadra granata donde ha explotado por completo. En su primera temporada alcanzó las cifras de los doce goles y ocho asistencias, unos números que está cerca de igualar en esta 17/18: once dianas y ocho pases de gol. Primero arrancó como extremo derecho. Después, Mazzarri pasó al esquema de 3-4-1-2, donde se sitúa como compañero de delantera con Belotti. De ese modo, rompe con las cadenas de la banda y se mueve como pez en el agua por toda la parcela ofensiva, siendo un constante quebradero de cabeza. Una figura que recuerda a la de Luis Alberto, pero con una menor envergadura, más rápido y escurridizo. 

Iago Falque sigue regalando goles y asistencias en Italia. / Foto: gettyimages
Iago Falque sigue regalando goles y asistencias en Italia. / Foto: gettyimages

A él se le unió este último verano Álex Berenguer. El navarro apareció en la 15/16 en Segunda de la mano del Osasuna, explotando -y siendo una de las pocas notas positivas- al año siguiente en Primera, a pesar del descenso. Esto llamó la atención de la escuadra del Toro, en búsqueda de encontrar la misma fórmula que tanto éxito le dio con Iago Falque. Su polivalencia (extremo, trequartista, lateral, carrilero...) le ha hecho moverse a lo largo y ancho del campo con el Torino. Empezó siendo titular, pero luego su influencia terminó diluyéndose con el paso de las jornadas. Suma 23 duelos, dos goles y tres asistencias.

Borja Valero, la brújula italiana

Para muchos, uno de los eternos infravalorados. Y no es para menos. Borja Valero, desde que irrumpió en el fútbol profesional con el RCD Mallorca hace diez años, nunca ha soltado el pie del acelerador. Con una carrera que siempre ha ido de menos a más, encontró su punto álgido en Italia. En 2012 aterrizó en la bella Florencia, donde se adueñó del centro del campo desde la primera vez que se enfundó la zamarra viola. Cinco temporadas que le hicieron incluso capitán de la Fiorentina y uno de los futbolistas más queridos por la parroquia de la Fiore.

Sin embargo, este verano acabó saliendo por la puerta de atrás por problemas con Andrea Della Valle y Pantaleo Corvino, en pos de la desmantelada que estaban llevando a cabo. El Inter fue la escuadra más avispada en hacerse con sus servicios por tan solo cinco millones de euros. Para Luciano Spalletti fue un verdadero dolor de muelas encontrar hueco a jugadores de la talla de GagliardiniBrozović, Vecino (también llegó de la Fiorentina) y el propio Valero. Una medular a la que se sumó Rafinha en invierno. El español pasó de ser titular indiscutible en el primer tramo de la temporada a verse relegado al banquillo. El técnico toscano dio con la tecla con un 4-2-3-1, formado ese triángulo en el centro del campo nerazzurro por Gagliardini, Brozović y Rafinha. Pese a ello, son 34 partidos los que ha disputado, con un gol.