M. Antonio. 1-0, min. 29. N. Zaniolo. 1-1, min. 79.

El VAR truncó la victoria Hammer frente a los villanos

El West Han estuvo a dos "handballs" con puro drama de llevarse los 3 puntos antes un Aston Villa que despertó muy tarde en el encuentro

El VAR truncó la victoria Hammer frente a los villanos
Antonio rematando para adelantar al West Ham frente al Aston Villa / West Ham
abengoat
Por Jaime Abengozar Gallego

El equipo de Unai Emery planteaba un partido en la fase con balón con 3 centrales, dándole libertad y profundidad a Alex Moreno, que hacía función de carrilero junto a Bailey en el costado derecho. La idea era darle esa amplitud al partido en sus ataques pero tanto Coufal como Emerson hicieron una labor defensiva espectacular estando emparejados a dichos carrileros, dificultando que las pelotas lleguen fácilmente a ellos, con mucha ayuda de Bowen y Kudus para las superioridades que generaban los villanos tanto en banda como por dentro.

Los dos delanteros que se veían en el dibujo de David Moyes eran Paquetá y Antonio, que han hecho una labor de interrupción a las salidas del Villa fabulosa, generándoles muchas duda en iniciación, forzando fallos infantiles que les hicieron correr hacia atrás en más de una ocasión. Esa primera línea de prisión hacía dificultar cada vez más la salida de los chicos de Emery y obligaba a rifar balones que jamás llegaron a Watkins y Durán.

​Gol anulado por mano de Zouma / <strong><a href='https://www.vavel.com/es/futbol-internacional/2024/03/14/premier-league/1176074-estos-son-los-maximos-contribuidores-de-la-premier-league.html'>West Ham</a></strong>
​Gol anulado por mano de Zouma / West Ham

Sin embargo, hubo momentos en los identificaron bien donde estaba la grieta de ese gran trabajo sin balón de los Hammers y era a la espalda de Douglas y Souček, es decir, entre la línea de 4 defensas y el doble pivote de los londinenses. Morgan Rogers ha sido el que mejor ha detectado esa zona y el que mejor la ha sabido ocupar, pese a que en la toma de decisiones no haya estado lo suficientemente acertado como para aprovechar ese gran movimiento entre líneas debido a que ha estado un poco precipitado, ha dejado buen sabor de boca en lo que a sensaciones respecta. 

Sin embargo, esa brecha la ha sabido cerrar con solvencia la zaga londinense ya que han identificado perfectamente cual era el problema y, automáticamente, cuál era la solución: uno de los dos centrales tenía que ser el encargado de salir a tapar esas internadas por el carril central y evitar que oriente su conducción hacia la portería, por lo que, o Zouma o Mavropanos salían a tapar esa línea y se protegían de que Rogers pudiese girar sin oposición y era la principal amenaza del Aston Villa para entrar en zona de peligro para el West Ham.

El ritmo de partido fue variando de dominador 

En la primera parte, el West Ham fue el equipo que aplicó el ritmo y velocidad, el partido se aceleraba cuando los Hammers mandaban y de la forma que ellos mandaban, ni más ni menos. Los ataques del equipo de Moyes son prácticos, sin complicarse con exquisiteces ni adornarse, buscan ser efectivos más que bonitos y que deleiten al espectador, aunque la concepción de “bonito” es muy amplia y subjetiva como para definir sus internadas de una forma u otra, por supuesto.

Predominaban las acciones de Antonio y sus descargas para transportar el ataque en banda para tener oportunidad de dirigir un balón lateral, es decir, atraer dentro con envíos a Antonio, que está más fuerte que el vinagre y es prácticamente algo imposible poder bregar con él, y a Paquetá, que tiene una capacidad de domesticar la pelota mágica, y llevarla fuera para que Coufal, principalmente, envíe caramelos al área y algo de lo que se caracteriza este West Ham es el poderío que le atribuye el factor de la incorporación de la segunda línea a sus ataques y “voila”.

El primer gol del partido con sabor Hammer lo convirtió Michail Antonio con un balón colgado por Coufal que, después de mezclar una defensa horrorosa durante la gran parte del partido por parte del equipo de Birmingham y aporrear la puerta durante tantos minutos, el jamaicano puso en pie a todo el Olímpico de Londres para celebrar otro tanto más en la cuenta del ya leyenda del club. 

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​Michail Antonio durante un partido de Premier League / West Ham

El equipo hoy local, sobretodo en la primera parte, le añadió picante siendo un equipo con las ideas claras, un equipo directo y agresivo que no se piensa las cosas dos veces, sabiendo cuándo zancadillear más el encuentro sin dejar que los villanos fluyan y dominen el partido por fases, sino que buscan entorpecer esos buenos momentos y ensalzar su juego tan práctico pero a la vez con el punto de efectividad suficiente como para no parar de estar concentrados, con contínuos balones a las esquinas del campo rival, con Bowen siendo indetectable y con Kudus que no ha dejado de intentarlo; sólo había que ver la manera de celebrar los saques de esquinas y faltas laterales por parte de los aficionados londinenses a sabiendas de lo poderosos que son en esa faceta del juego.

Sin embargo, en la segunda parte se vio a un Villa mucho más reconocible, en el que se vio mucho más dinamismo y vértigo en sus ataques, poblando más la zona de ataque y generando verdaderos apuros en la portería de Alphonse Areola. Un Villa que vivió más cerca de la portería, que resultó más “mandón” y que, mediante estas buenas fases en la parte ofensiva, logró el empate de la mano de Zaniolo, pagándole con la misma moneda al West Ham: el poderío de la segunda línea provocó que las tablas llegasen al marcador.

Samba do Brasil

El brasileño Lucas Paquetá es el jugador que le añade esas pinceladas de calidad y de talento a cada jugada y, lo más impactante, es que es capaz de ser influyente y aportar algo bueno a la jugada en cualquier parte del campo, es decir, la cantidad de zonas en la que interviene siendo el aclarador y decisivo en muchas fases con balón es asombroso.

Hoy, un partido más, aportó su mejor versión a los Hammers hasta que Moyes decidió relevarle pero, sin ningún tipo de duda, no es algo puntual lo del nacido en Río de Janeiro. Tanto en los momentos con balón como a la hora de aplicarse defensivamente es un jugador que aporta muchas cosas positivas al conjunto londinense. Por otro lado, una de las características más a destacar del jugador carioca es la habilidad para mejorar la jugada cada vez que entra en contacto con la pelota; siempre añade un pellizco de criterio y de magia a todas sus intervenciones ya que, al fin y al cabo con su estilo tan vistoso y tan “5 estrellas”, como dirían los “gamers”, es la manera en la que mejor se desenvuelve, con la que mejor conecta con sus compañeros y con la que más disfruta.

​Paquetá celebrando un gol al más estilo Hammer / West Ham
​Paquetá celebrando un gol al más estilo Hammer / West Ham

Por último, destaca la manera en la que se asocia y se compenetra con Antonio en todas las fases del juego, es decir, no sólo a la hora de desestabilizar a las defensas rivales sino, como hemos puntualizado anteriormente, a lo que el aspecto defensivo y la presión se refiere. Él y el jugador jamaicano se coordinan muy bien para tapar espacios, para forzar la salida por el lado contrario, y lado que más les beneficie en cada partido porque se presupone que es el lado más débil en la salida de balón rival, y para cubrirse las espaldas el uno al otro cuando uno de los dos es superado. Y, por supuesto, la manera en la que se entiende con Antonio es asombrosa, cuando uno va a recibir al pie el otro rompe al espacio o a banda; lo tienen tan automatizado que son muy complicados de frenar.


 

La llave que abrió el cerrojo

El equipo de Unai Emery no lograba hacer cosquillas al West Ham y eso era algo evidente, por lo que, en la segunda parte tomó cartas en el asunto e hizo cambios, no únicamente de jugadores sino de dibujo táctico poblando mucho más el área rival y tratando de volcarse más sobre la portería de Alphonse Areola.

Unai Emery cambió de disposición táctica y de puesta en escena variando de línea de 5 con dos carrileros y dos delanteros referencia a una línea de 4 atrás poblando mucho la banda derecha con Diaby, Bailey y Matty Cash, en el inicio de la segunda parte, y en el minuto 63 revolucionó la banda izquierda metiendo a Digne, siendo un perfil más centrador y no un jugador que llegue hasta línea de fondo, y Zaniolo, que partía desde la izquierda con algo más de libertad metiendo el gol de la igualada. 

​Diaby demoesticando un balón en un partido de Premier League / <b><a href='https://www.vavel.com/es/data/aston-villa'>Aston Villa</a></b>
​Diaby demoesticando un balón en un partido de Premier League / Aston Villa

Haciendo un apunte sobre Zaniolo y teniendo en cuenta su carácter tan temperamental, si trabajase la faceta emocional y psicológica, el italiano sería un jugador titular en muchos equipos de europa porque tiene una calidad tremenda y unas capàcidades brillantes para poder destacar en muchos de ellos; a veces los peores enemigos de jugadores tan talentosos y con tanta proyección, son ellos mismos y los fantasmas de su cabeza, y es una pena porque está desperdiciando unas cualidades innatas. En este Aston Villa le está costando entrar y ser lo protagonista que a al ex jugador de la Roma le gustaría y, como digo, no es por falta de capacidades, sino por algo a trabajar de la mano de Emery, quien tendrá que tocar la tecla adecuada para poder meterse en la cabeza de Nicolò y hacer que empiece a destacar por su juego y rendimiento y no por esa falta de concentración en los partidos, y que le ha jugado tantas malas pasadas.

En definitiva, los cambios le dieron la llave con la que abrir el candado tan bien bien salvaguardado por todo el entramado londinense pero para desgracia del técnico nacido en Hondarribia, lo hizo demasiado tarde como para poder darle la vuelta a un partido en el que no estaba siendo merecedor de sumar algún punto, salvando el gran papel en algunos tramos con balón y las buenas transiciones ofensivas de los villanos de Birmingham. Este resultado seguiría manteniendo la tan asombrosa maldición que registra el Aston Villa cuando les toca hacer sus respectivas visitas al London Stadium ya que, desde la temporada 2010/11, el equipo del Reino Unido no logra llevarse los tres puntos a domicilio frente al West Ham en el que ganó por la mínima con un 1-2, con goles de un tal Robby Keane para el conjunto londinense y para el conjunto villano anotó Bent para sellar la igualada y Gabriel Agbonlahor para darle la victoria al Aston Villa, son 13 años desde la última victoria, que se dice pronto.