Que Roque Mesa es un jugador especial ya no es una cuestión debatible en el entorno de la UD. Con 29 años está en el mejor momento de su carrera. Después de haber atravesado algunas semanas complicadas en pretemporada, en las que su futuro no estaba del todo claro en el club, a Roque se le ve sonreír de nuevo. Su marcha al Sevilla podría haber provocado una gran pérdida en el centro del campo amarillo, una pieza fundamental en los esquemas del técnico cántabro.
Roque descongestiona el juego del equipo canario, sale con la pelota por el centro del campo como si fuera el dueño de ella, guía al equipo en su pretensión de hacer algo grande, al 15 de la UD se le ve con aires de grandeza, le da igual si está en el Sánchez Pizjuán o Mestalla. El teldense se gusta, asume su rol en el equipo y hace disfrutar al aficionado. Todos saben que con Viera, Boateng y Tana por delante, puede hacer maravillas a la contra. Sufre cuando es necesario y le da carácter a un equipo que hasta la llegada de Setién había perdido su identidad. Roque es nobleza y humildad, a penas se le ven malos gestos, pero sobre todo es un jugador que representa a una gran parte de la parroquia amarilla.
El camino al éxito
Levante B, CD Tenerife B, Las Palmas Atlético y Atlético Baleares, ese ha sido el camino que ha tenido que recorrer el jugador gran canario para asentarse en la primera plantilla de la UD Las Palmas. Con continuas cesiones y sin la confianza de algunos entrenadores, se llego a dudar de si podría dar un rendimiento potable para el primer equipo. No obstante, este verano pudo haber provocado el mayor traspaso de la historia del club. Y es que cuando el Sevilla llama a tu puerta alguna genialidad haces sobre el terreno de juego.
Manifestaba en rueda de prensa, que su objetivo es debutar con la selección. Este fin de semana tendrá la oportunidad de exponer sus argumentos ante Julen Lopetegui, el seleccionador nacional presenciará el partido ante el Málaga. Además, el nuevo preparador nacional ha afirmado que sigue hasta cuatro jugadores de la plantilla amarilla, hecho que demuestra que en Pío XII se están haciendo las cosas bien.
El club gran canario también es culpable del nivel que está dando Roque sobre el terreno de juego. Han sabido tener paciencia, el club ha dejado de ser aquella entidad turbulenta, que cambiaba de técnico asiduamente, en la que la cantera no cobraba protagonismo. Quizás esta sea una de las mejores generaciones de futbolistas canarios de los últimos veinte años. Quizás sea la hora de que los futbolistas canarios vuelvan a ser un pilar importante de la selección española. Mientras, en la UD, la afición tendrá el placer de disfrutar otra temporada de su faro amarillo.