Ni siquiera Quentin Tarantino hubiera sido capaz de imaginar un guion tan esperpéntico como el vivido esta jornada en Barcelona. Más allá de que una consulta sea legal o no, más allá de las protestas en las calles y de la presencia policial en toda Cataluña. Lo vivido hoy en los aledaños del Camp Nou no tiene precedentes en el fútbol europeo.

Como si de un balancín de tratara, el partido entre Las Palmas y el Barcelona se suspendía y se dejaba de suspender en cuestión de minutos. La directiva azulgrana (y algunos jugadores) preferían no jugar; Federación y Liga se negaban en rotundo. La situación fuera del estadio era aún más inverosímil. Miles de aficionados esperando a entrar a un recinto que no abriría sus puertas.

Saltaron los jugadores al campo en un ambiente nunca visto. Un estadio con capacidad para cerca de 100000 espectadores, completamente vacío. Barcelona y Las Palmas protagonizarían un duelo western. Dos pistoleros en la soledad del desierto.

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Inicio azulgrana, reacción sublime amarilla

Menos de una semana ha necesito Pako Ayestarán para implantar su metodología a sus nuevos jugadores. Lejos de la imagen ofrecida contra el Leganés, Las Palmas recordó a esas tardes de gloria de meses anteriores. Un equipo al que poco le importa si está Messi o Luis Suárez delante. Quiere tener la posesión y dominar los partidos.

Avisó eso sí el Barça en los primeros compases del partido. Primero Sergi Roberto desde la frontal y minutos más tarde Leo Messi desde el libre directo. Las dos tentativas se encontraron con el mismo resultado: Chichizola evitando el gol.

Pero conforme pasaban los minutos, el juego del Barcelona se iba diluyendo. Puede que sea la ausencia de público en las gradas, o que algunos jugadores estaban pensando en urnas y no en el balón. Muchas imprecisiones en el ataque azulgrana y la Unión Deportiva que no dudaba en correr para hacer daño al contragolpe.

Fotografía: La Liga

Poco a poco, los amarillos dejaron de sorprender a la contra porque precisamente eran ellos los que tenían la posesión del balón. Jugadas largas, moviendo el balón de lado a lado. Aunque pocas veces terminaba con un disparo a portería, la sensación de peligro la llevaba el equipo de Pako Ayestarán.

El gran aviso lo dio Calleri. Tras un fenomenal pase filtrado de Aquilani, Oussama Tannane da el pase de la muerte y el remate de Calleri lo repele el poste. Fue la gran ocasión de la Unión Deportiva que les pudo poner por delante. Agradeció el descanso el Barça, superado ante el despliegue de fútbol de Las Palmas.

Reacción de Valverde y Messi resuelve

Se vio obligado Valverde en la segunda parte. Dio entrada a Ivan Rakitic y Andrés Iniesta y los resultados no tardaron llegar. Tres minutos después de la reanudación, Busquets cabeceaba un córner al fondo de la red. Dolió el tanto a Las Palmas, que dejó de creer en dar la campanada y dio alas al Barça, cada vez más cómodo en el campo.

El segundo del partido fue un premio a la insistencia de Messi. El argentino había fallado cinco ocasiones claras de gol gracias al acierto de Chichizola, peor tras el rechace de otro saque de esquina no perdonaría. Mano a mano con Chichizola, regate del 10 azulgrana al portero y definición a placer.

Fotografía: La Liga

Con Las Palmas ya rota atrás, fue fácil para el Barcelona encontrar espacios. De esta manera, Messi volvía a aparecer para anotar el tercero, el segundo en su cuenta particular. Mano a mano otra vez con Chichizola y esta vez opta por el disparo por abajo, engañando a su compatriota.

Pese a lo abultado del marcador, bastantes aspectos positivos puede sacar Pako Ayestarán de su visita al Camp Nou, sobre todo en la primera parte. El Barça por su parte, más líder tras el pinchazo del Atlético de Madrid en Butarque. Mientras tanto, toca analizar qué ha pasado en los momentos previos al partido. Desde luego, una situación políticamente incorrecta.