Los pucelanos llegan a Tarragona en unas posiciones esperanzadoras. Las puertas de las plazas de promoción de ascenso se les podrían abrir de par en par si sacan un resultado satisfactorio del Nou Estadi. Después de ganar ante el eterno rival de los grana, el Reus, los blanquivioletas se sitúan en la séptima plaza, a un solo punto de los playoffs.

Precisamente, el objetivo del Valladolid no es nada nuevo para su entrenador. Luis César ya aupó a un equipo a la Primera División doce años atrás. Ese conjunto es ni más ni menos que el Nàstic. Los aficionados tarraconenses aún recuerdan con nostalgia esa hazaña celebrada en una  Plaça de la Font inundada de camisetas granas.

Alerta roja en la delantera

La situación de los albivioletas no es fruto de la casualidad. En sus filas se encuentra el máximo anotador de la categoría, que ha levantado a sus compañeros en las situaciones más complicadas de la temporada. Mata ha firmado 26 tantos, siendo los rojinegros su última víctima. El resultado final ante los reusenses fue de 1-0, así que el chicharro tempranero del madrileño volvió a ser determinante en la consecución de los tres puntos. Las cifras anotadoras de sus compañeros son bastante más discretas que las del nueve blanquivioleta.

El coladero pucelano

Sensaciones opuestas en la otra portaría, la que custodia Jordi Masip. El canterano blaugrana ha disputado todas las jornadas disputadas hasta la fecha, pero no ha mostrado su  mejor forma en estas apariciones. El Valladolid tiene los peores números defensivos entre los doce equipos que esperan entrar en las plazas de playoffs. Es más, los únicos conjuntos que han recibido más goles que los pucelanos son los cuatro últimos.

Vulnerables como visitantes

El Valladolid sigue sin tomarle la medida a la competición como visitante. De los dieciséis partidos que ha jugado solo ha ganado dos. Sus únicas víctimas han sido los filiales de la categoría, el Barça B y el Sevilla Atlético. Llevan ya cinco jornadas sin conocer la victoria lejos del José Zorrilla. La mala racha de los pucelanos podría romperse ante un Nàstic que no tiene buenos números como local, aunque el impulso del último triunfo tarraconense en casa puede darles un impulso que lo impida.