Tras una temporada irregular del equipo almeriense, un jugador ha sobresalido sobre el resto; se llama René y se apellida Román, así de sencillo. 1.83 cm y 79 Kg de genio y figura. Un ángel bosqueño para el arco de la UD Almería esta temporada. 

René llegó a Almería desde Gerona, equipo con el que consiguió el ascenso a la Liga Santander. Tras pasar por imnumerables equipos de la categoria de bronce del fútbol español, el portero pudo disfrutar de un ascenso a la élite con el equipo catalán. Pronto le ganó el puesto a Fernando, otro desconocido que, a pesar de no haber jugado mucho, ha apoyado como el que más para unir al vestuario.

Con 42 partidos jugados, la portería almeriense ha sido perforada en 45 ocasiones, con un total de 130 paradas; paradas que han valido una permanencia. Clave en el vestuario almeriense, sin duda ha sido el jugador más determinante del año gracias a sus grandes actuaciones. René lo ha jugado todo esta temporada y muchos puntos se han quedado en el casillero del equipo gracias a sus paradas. Clave en los esquemas de Luís Miguel Ramis, Lucas Alcaraz y Fran Fernández, el gaditano ha demostrado el por qué es el dueño de la meta rojiblanca. Un desconocido a principios de temporada, ha ido ganándose con el paso de los partidos el respeto y la admiración de la afición almeriense. Claro queda que ha sido un acierto de la secretaría técnica del club su fichaje por la UD Almería. 

Jugador con carácter y compromiso, parte de la permanencia conseguida por la UD Almería es gracias a René Román. Sus paradas han valido puntos. Portero ágil y habilidoso, ha demostrado con creces que la profesión de portero no se hace, se nace. Reflejos innatos y velocidad de movimientos estratosférica. Cuando el equipo más lo necesitaba, el gaditano salía al rescate. Penales parados en momentos críticos (Cultural Leonesa y Lugo), intervenciones antológicas a disparos imposibles, etc...  como si se tratara de un gato felino intentando atrapar a su presa.

Una imagen que quedará grabada para siempre en la retina de la afición rojiblanca fueron las lagrimas derramadas por el portero en el último partido de liga contra el Lugo. Lágrimas que también eran de la afición. A sabiendas de que el penal fue inventado por el arbitro, un jugador con casta y amor propio por la camiseta que lleva puesta, se derrumbaba sabiendo lo que aquello podía significar para el club. René lloró por la UD Almería, cosa que allanó el camino para ser uno de los jugadores más queridos por la parroquia almeriense.

Claro queda que la gran parte del protagonismo esta temporada no se la lleva un delantero o un centrocampista goleador, se la lleva un portero bajado del cielo llamado Don René Román Hinojo.