La guerra es la que convierte al hombre en guerrero. Verdasca llegó a Zaragoza pareciendo un joven tímido y algo temeroso, falto de confianza. Durante la pretemporada cometió varios errores y su llegada como tercer central, por detrás de Grippo y Valentín, parecía pesarle sobre los hombros. La camiseta blanquilla le venía grande y parecía que este joven de 20 años estaba demasiado verde para jugar en Segunda División.
Lalo Arantegui apostó por un joven formado en las categorías inferiores del Oporto y el tiempo acabó dándole la razón al director deportivo zaragocista. El luso debutó en partido oficial con la elástica blanquilla en la tercera jornada de liga, en el encuentro que enfrentó a Córdoba y Real Zaragoza en el Nuevo Arcángel. En este partido disputó los 90 minutos y el equipo aragonés obtuvo su primera victoria de la temporada. Verdasca continuó siendo titular durante tres partidos más, incluido el choque copero ante el Granada. Hizo pareja en defensa con Simone Grippo pero el Real Zaragoza solo consiguió la victoria en el encuentro de Copa del Rey.
Para el partido en La Romareda ante el Nástic, cambió su compañero en el eje, entrando Mikel González, con quien continuó jugando ante el Oviedo. En este encuentro Verdasca quedó marcado, pues tuvo un error garrafal al intentar ceder de cabeza el balón a Cristian, que acababa de despejar un disparo ovetense y se encontraba aún en el suelo. Consiguió el arquero rosarino despejar a duras penas pero el balón quedó muerto y Toché solo tuvo que empujarlo para poner el 2-0 en el marcador.
Verdasca continuó siendo titular durante siete encuentros ligueros consecutivos hasta que se cayó del once para en encuentro ante el Almería, donde el conjunto zaragocista fue derrotado por tres goles a cero. Volvió tras este tropiezo, disputó dos partidos más y volvió a ser protagonista en otro encuentro que no acabó bien ni para él ni para el equipo maño. En el partido ante el Cádiz, Diogo protestó al árbitro una decisión del colegiado, lo que le costó la amarilla. Continuó en sus protestas y dijo “tu eres tonto”, lo que le costó la roja directa. Este error le pasó factura y estaba gravemente afectado.
Desde ese partido estuvo dos jornadas sin jugar y volvió tras el parón invernal para el enfrentamiento ante el Barça B. Encadenó cuatro encuentros seguidos jugando con Grippo y dos más con Perone. En esta fase de la temporada, el central luso mostró haber madurado y pasó de ser un jugador con miedo a derrochar confianza y a ir con más fuerza que antes al corte y los balones divididos. Parecía estar fraguándose un central solvente, pero Natxo González decidió apartarlo del once hasta el partido ante la Cultural Leonesa, donde el joven ya de 21 años volvió para dejar la portería a cero.
Portería que volvió a mantener a cero para el derbi aragonés. Un derbi en el que tanto Verdasca como Mikel González realizaron un encuentro soberbio en el que se impusieron a los atacantes del Huesca, que apenas les crearon problemas, pues se anticiparon siempre que pudieron y vencieron en cada duelo los defensores blanquillos. Verdasca y Mikel terminaron la temporada siendo una pareja muy solvente y el central luso terminó convirtiéndose en un jugador con garra, lucha, confianza y buen trato de balón. Un jugador con el que la grada se identifica por su gran entrega y por su emoción en las celebraciones, como cuando consiguió que le pitaran un penalti al conjunto zaragocista en una acción en la que fue derribado en el área del Valladolid.
El portugués ha terminado siendo uno de los jugadores clave en la impresionante segunda vuelta que firmó el Real Zaragoza, ha terminado jugando 29 partidos en Segunda División, uno de los encuentros del playoff y dos partidos de Copa del Rey. Si la temporada que viene continúa creciendo a este nivel será uno de los pilares del equipo maño en su intento por volver a la máxima categoría del fútbol español. Sin duda un central que dará que hablar y que es uno de los mejores activos que posee el equipo del león de cara a las temporadas siguientes. Otro de los aciertos de Lalo Arantegui.