El Coliseum Alfonso Pérez levantaba la persiana de la temporada 2018-2019. El conjunto azulón recibía al Eibar. Ambos necesitaban puntuar ya que ambos habían caído en la primera jornada ante Real Madrid y Huesca respectivamente. Finalmente fue el cuadro azulón quien se llevó el partido con dos tantos de Ángel y Jorge Molina.

Un gol de Ángel avivó un primer tiempo soporífero

Getafe y Eibar son dos equipos que en los últimos años se han acostumbrado a pelear por los mismos objetivos. La mitad baja de la tabla suele ser su sitio y por esa razón el partido era un duelo directo.

Se notó que era el segundo partido de liga, ritmo muy lento con más parones que acciones. El juego se centró en el medio del campo, pero sin generar ocasiones de peligro. El Getafe trataba de elaborar, y entrar por banda. Mientras que el Eibar, que cedió el balón al Getafe trataba de salir a la contra. En el cuadro armero debutaba Milla, ex del Getafe, que fue el mejor de los vascos y que fue el encargado de llevar el peligro.

La tarde acompañaba para acudir al Coliseum, pero el poco ritmo del partido invitaba a dar una cabezada. Cuando el respetable comenzaba a acercar la barbilla al pecho, un balón largo que peleó y ganó Mata pero que cedió para Ángel. Provocó que el delantero del Getafe empalase un gran disparo que no pudo detener Dmitrovic. Se adelantaba el Getafe en un partido que apenas tenía vida.  

La vida siguió igual tras el gol

Tras el gol de Ángel en el minuto 17, el partido volvió a su tónica habitual. El Getafe dispuso de un par de ocasiones más, pero sin demasiado peligro. Pero rápido dio un paso hacia atrás para dejar al Eibar la iniciativa. Sin Orellana, Pedro León o Dani García, el Eibar parece un pollo sin cabeza. Sin ideas, inofensivo, con el único recurso de buscar la creatividad de Milla. El Eibar no inquietó para nada el área de David Soria.

Un susto que dio Arambarri, por unas molestias en una rodilla. Y una parada para hidratarse fueron los hechos más destacables de la última media hora de la primera parte.

Detalles a cuenta gotas

En la segunda mitad el Eibar, como es lógico, dio un pasito adelante tratando de buscar el empate. A punto estuvo de conseguirlo Sergi Enrich en un saque de esquina, pero su remate salió lamiendo el poste.

A partir de ahí el partido volvió al mismo hilo argumental anterior. Cada metro del campo se vendía carísimo, y el trabajo y el orden del Getafe se imponían a las ganas del Eibar. El equipo armero tenía las ideas, pero no las sabía ejecutar. Mientras, el Getafe aguantaba replegado atrás intentando que Mata o Ángel “cazasen” algún balón para iniciar la contra.

Los cambios no alteraron el partido

A medida que avanzaba el partido tanto Bordalás como Mendilibar iban buscando un recurso que cambiase el partido. Bordalás dio entrada a Amath, buscando algo más de velocidad en las transiciones. Por su parte, Mendilibar dio paso a Hervías y Charles. Ambos cambios de carácter ofensivo.

Sin embargo, por mucho que moviese el banquillo tanto un equipo como el otro, el partido no cambiaba de velocidad. El encuentro parecía ese baile de principio de curso en el que bailas agarrado a tu pareja sin querer cometer ningún error. Falta rodaje y sobraba miedo, se notaba que era un duelo directo y que el Getafe, que tenía los puntos casi en el bolsillo, no quería sustos.

Amath y Molina mataron el partido

Sin embargo Sergi Enrich tuvo en sus botas el empate. En una de las pocas jugadas del segundo tiempo en el que hubo una combinación útil. Charles encontró la espalda de Antunes y la puso al punto de penalti, donde el ex del Alcorcón no pudo concretar el remate.

Pero quien de verdad mató el partido fue Jorge Molina. Amath rompió por banda derecha y colgó el balón al área. Allí apareció Jorge Molina, que estrelló el remate en Dmitrovic. Tuvo fortuna el atacante azulón porque el rebote le quedó plácido en las botas para tan solo empujarla. 

El Getafe obtuvo los primeros tres puntos de la temporada y dejó un gran sabor de boca en el estreno ante su afición. Por su parte el Eibar encadena dos derrotas consecutivas. Mala imagen de los de Mendilibar que tendrán no solo que mejorar en cuanto a lo táctico. Sino que tendrán que acudir al mercado en busca de alternativas tanto en la creación, como en la finalización.