La noche de este jueves fue la última en la que veríamos al Granada CF competir en Europa, al menos por esta temporada y fue contra un todopoderoso Manchester United. El Granada abandona Europa con un total de 15 partidos diputados en los que ha obtenido un balance positivo de ocho victorias, dos empates y cinco derrotas. En la fase previa tuvo que enfrentarse a tres equipos distintos, ya que no jugó la primera fase, ganado los tres partidos. Los rivales fueron el Teuta (Albania), Locomotive Tbilisi (Georgia) y, por último, un equipo acostumbrado a las noches europeas, el Malmo sueco.
Tras ganar esos tres partidos sin mucha dificultad el Granada entró en la fase de grupos, donde se enfrentaría a PSV, PAOK y Omonia. Pese a la dificultad del grupo el Granada obtuvo 10 puntos y pasó así como segundo de grupo, perdiendo la primera posición en el último partido. Tan solo perdió un encuentro en esta fase de grupos, en la vuelta contra el PSV y empató los dos contra el PAOK. Fue una fantástica fase de grupos en la que demostró que esto no era casualidad y que el equipo estaba ahí por méritos propios.
Después llegaron las fases eliminatorias y el primer rival fue el Nápoles, ante el que logró una de las gestas más importantes en la historia del Granada. Pese a la dificultad del rival, el Granada consiguió pasar a la siguiente ronda con un 2-0 en Los Cármenes y un 2-1 en el Diego Armando Maradona. El siguiente fue el Molde, a quien también doblegó el Granada con los mismos resultados que contra el Nápoles. Finalmente llegaría el último rival, el más duro de todos, pero también el que más ilusionaba, el Manchester United. Pese a los esfuerzos y el trabajo, el Granada no pudo pasar de la derrota en ambos partidos y deja así una competición en la hizo soñar a muchos de sus aficionados. Solo queda admirar lo que ha conseguido este equipo en tan poco tiempo y que, con el tiempo, su gesta se valorará aún más si cabe.