Hablar de Gabi, es hablar de la historia del Atlético de Madrid, es comentar sobre uno de los futbolistas históricos del club y sobre todo, es recordar a uno de los jugadores más emblemáticos de la entidad colchonera porque Gabi fue y siempre será el corazón de Atleti y sobre todo, uno de los jugadores más queridos por toda la hinchada.
Gabi llegó a este club a muy corta edad debido a que se formó en la cantera rojiblanca y a base de trabajo, mucho sacrificio y sobre todo perseverancia, logró debutar con el primer equipo con tan solo 20 años, en una época en la cual coincidió con Diego Pablo Simeone y Germán Burgos, ambos ya terminando su carrera, sin embargo, la temporada siguiente se marchó al Getafe, club en el cual disputó un total de 32 partidos, regresando al Atleti por dos temporadas, no obstante, volviendo a salir cedido, esta vez rumbo al Zaragoza, donde se convirtió en ídolo y en una de las grandes referencias dentro el vestuario en las cuatro temporadas que militó, pero en el 2012 Gabi recibiría una llamada que le cambiaría la vida para siempre.
El Atlético de Madrid contactó con Gabi para que formara parte del plantel en la temporada 11/12, debutando el 28 de julio en una competencia internacional y ese mismo año a base de ilusión y entusiasmo, se convertiría en el cuarto capitán del club, entidad donde un año más tarde levantaría su primer título, el de la Europa League, tras derrotar 3-0 al Athletic club en Bucarest.
Una vez iniciada la nueva temporada y tras las salidas de Antonio López, Perea y Domínguez, Gabi se convertiría en el capitán del equipo, con Tiago y Falcao en la terna y esa misma temporada levantó su primer título como capitán, el de la Supercopa Europea, llevando a todos los rojiblancos a celebrar a Neptuno y donde rozó el cielo con las manos.
Tras su gran primer año como capitán, Gabi disputaría una de las mejores temporadas de la historia rojiblanca debido a que el Atleti levantó el título de la Copa del Rey tras derrotar a su eterno rival en la prórroga, además, al final de la campaña conquistó LaLiga tras empatar 1-1 ante el Barcelona en la última jornada, conquistando la décima tras 18 años de espera, sin embargo, no todos los momentos que disputó Gabi en el club fueron buenos y una prueba de eso lo vivió ese mismo año, cuando el Atlético de Madrid cayó derrotado en la final de la Champions League, convirtiéndose en una de las noches más dolorosas para todos los rojiblancos.
Durante ese momento, los hinchas rojiblancos dieron un paso al frente y mostraron su apoyo incondicional, tanto al club como a cada uno de los jugadores, quienes se sintieron respaldados y orgullosos de su aficionados, razón por la cual, siguieron peleando, partido a partido, año tras año con el objetivo de conseguir una nueva satisfacción para la hinchada y lo lograron. En el año 2018 Gabi ganaría el que sería su último título como colchonero, el de la Europa League, tras derrotar 3-0 al Marsella, levantando nuevamente el trofeo, solo que esta vez con Fernando Torres al lado, despidiéndose de la mejor manera del club y como solo un capitán de su talla se lo merecía, siendo ovacionado en Neptuno.
Una vez anunciada su marcha, Gabi regresaría a su casa, el Wanda Metropolitano, donde miles de hinchas colchoneros le dijeron adiós, sin embargo, y como él mismo afirmó, esa noche él no se despedía del club, solo le dijo hasta pronto, porque él aseguró que volvería cuando estuviera preparado.
El legado que dejó Gabi va más allá de los títulos que levantó, su verdadera herencia es la pasión al momento de vestir la rojiblanca, es el derrochar garra tanto dentro como fuera del vestuario y sobre todo, es el amor por los colores del club, y todo eso lo trasmitió a la nueva generación, a jugadores como Koke y Saúl, quienes salieron de la cantera al igual que él y enseñan cada día a valorar y respetar a esta entidad, por eso y mucho más, gracias capitán.