Como viene siendo costumbre, el Granada CF confirmó la llegada de Shon Weissman sobre la bocina del cierre de mercado de invierno. De hecho, el propio club lo hizo oficial quince minutos sobre la medianoche, que diría aquel. No obstante, la confirmación del traspaso se produjo a escasos minutos del cierre, como así quedó reflejado en la web de LaLiga.
El atacante israelí, con quien el Granada llevaba negociando varias semanas, llega cedido procedente del Real Valladolid con una opción de compra en caso de ascenso que ronda los tres millones de euros. A sus 26 años, Weissman retorna a Segunda División, donde ya despuntó el curso pasado anotando 20 dianas que propiciaron el ascenso del Pucela. Se trata de la tercera incorporación para la causa rojiblanca en esta ventana invernal, tras las de Pol Lozano y Famara Diédhiou. Matías Arezo, que volvió a su país, ha sido la única salida.
Así las cosas, la dirección deportiva del Granada CF ha reforzado la medular y la delantera con el fin de mejorar las prestaciones en ataque del equipo, sobre todo fuera de casa. En la planta noble de Los Cármenes nunca han titubeado acerca de cuál es el objetivo a final de campaña, aunque no lo hayan mencionado explícitamente, y así lo han hecho saber con una apuesta de la que se esperan resultados inmediatos.
Cuatro 'jugones'
Weissman, Callejón, Uzuni y Melendo forman, probablemente, uno de los ataques más completos de toda la categoría. Si a eso le sumamos la aportación de Bryan Zaragoza, Jorge Molina, Diédhiou, Puertas, Perea o Soro, el ramillete de opciones para afinar la maquinaria goleadora es más que interesante. De su buena conjunción dependerán las futuras opciones de ascenso del equipo.
No obstante, un ascenso no lo consigue una gran plantilla, sino un gran equipo. Paco López tiene ahora la misión de encajar con solvencia las piezas que le han proporcionado para que los resultados lejos del Zaidín comiencen a llegar y el Granada pueda reengancharse a los puestos altos de la tabla. Mimbres hay y tiempo queda. Al tajo.