A lo largo de una temporada todos los futbolistas tienen minutos y oportunidades. Aunque falte el entrecomillado, la frase podría ser atribuida a Pablo Machín, que no se ha cansado de repetirla en los cuatro años que hace que entrena al cuadro gerundense. Lo cierto es que el soriano ha confiado siempre en 17 o 18 jugadores y ha dejado en el ostracismo a otros cinco o seis cada campaña, principalmente por falta de confianza.

Así, los Agostinho Cá, Bruno Herrero, Matamala, Jofre Mateu, Adrià Carmona, Chando, Jandro, David García, Juanlu Hens, Gerard Bordas, Cristian Gómez, Christian Alfonso, Nwakali, Juan Cámara, Felipe Sanchón -en la temporada 2016/17-, Saúl García o Pablo Marí gozaron de pocas o nulas oportunidades mientras el técnico de Gómara ha estado dirigiendo al equipo gerundense. Igualmente, esta temporada demostró no estar convencido de alinear a Farid Boulaya y Marlos Moreno, ambos lejos de Montilivi actualmente, y tampoco han gozado de demasiados minutos Eloi Amagat -debutó hace dos semanas ante el Leganés- y Carles Planas. El lateral, hasta este martes.

El ex del Celta, que hasta la fecha había acumulado 77 minutos en Liga, reapareció precisamente ante el que fuera su equipo hasta el mes de agosto pasado. Ante la obligada baja de Aday y con Mojica recuperándose también de molestias, y aunque Machín dio a entender que el colombiano jugaría infiltrado, finalmente fue el de Sant Celoni quien entró de inicio en Montilivi. Ofensivamente no aportó tanto como los dos mencionados, pero defensivamente estuvo sobrio, no tuvo dificultades con el balón e incluso se atrevió a dar un pase de espuela al corazón del área para que Portu anotara el único gol del encuentro.

Planas, pues, ocupó la banda izquierda durante los 90 minutos y rindió a un nivel muy alto, seguramente impropio de un jugador con falta de ritmo de competición. Habrá que ver si esta oportunidad se traduce en continuidad en las jornadas que quedan para terminar el campeonato liguero.