El conjunto cántabro comenzó la temporada 2015-2016 en el Grupo I de la Segunda División B con una derrota frente al Celta de Vigo B gracias al gol de Borja Iglesias a falta de 15 minutos para el final. El Racing mostró un juego sólido en defensa pero confirmó las carencias ofensivas.
Un Racing sólido en defensa pero poco eficaz en ataque
Pedro Munitis optó por sacar un equipo con varias sorpresas respecto a la pretemporada. Coulibaly como nueve, Borja San Emeterio en media, Unai en una banda y Óscar en la otra, sorprendían a propios y extraños para el primer encuentro de la temporada. Jugadores como Paulino Miguélez o Chus Hevia se quedaban en el banquillo. Con las ausencias de pesos importantes como Iñaki, Granero o Fede San Emeterio, el partido se presentaba duro contra un rival cuyo objetivo es mantener la categoría.
El partido
El Racing estrenó la segunda equipación verde y capitán, Francis se puso el brazalete de capitán nueve meses después de la rotura en el tendón de aquiles.
El encuentro comenzó con un Racing dubitativo y con un Celta decicido a buscar la portería de Dani Sotres. La defensa santanderina contuvo el arreón inicial y la medular racinguista empezó a llevar el peso del partido con un acertado Dani Rodríguez. La presión arriba daba sus frutos y los de Munitis encerraban al filial celeste, que se defendía como podía y aprovechaba a la contra desplazamientos en largo para dar algún susto a Alaín y César Caneda.
En la primera media hora de juego apenas hubo dos ocasiones. El primer intento fue para el goleador del partido, Borja Iglesias, con un disparo lejano que se marchó alto. La segunda la tuvo Unai, que a punto estuvo de rematar un balón dentro del área en el minuto 23. Tras el intercambio de golpes, amarillas para Mikel y Kamal en el Racing, y para Luis Rioja, del Celta, llegó una de las mejores del partido para el Racing con un centro botado por Borja San Emeterio que Caneda remató al travesaño.
El Celta B trataba de quitarse el miedo del cuerpo cuando el mediapunta verdiblanco, Dani Rodríguez, estrellaba el balón en la defensa gallega. La ocasión con más peligro de los de Vigo llegó al final de la primera parte, con un remate a bocajarro de Guille que detuvo un soberbio Dani Sotres. Así llegaba el descanso. El Racing enfilaba el túnel de vestuarios con buen juego pero sin hacer los deberes. Ni Torres Gómez, ni Pedro Munitis movieron ficha, y tras la reanudación los dos equipos salieron con los onces que empezaron el encuentro.
Munitis hizo varios experimentos que no dieron resultado
En la segunda mitad ambos equipos se estiraron y las mejores ocasiones llegaron para el Racing, con un balón dividido que rechazó la defensa al tiro del senegalés Coulibaly en el minuto 65. En ese tiempo recibieron tarjeta amarilla Borja Iglesias, Samuel y Alain. Eran los mejores momentos del Racing, que gozó de una gran oportunidad con un mano a mano errado por Dioni, recién entrado al campo. En la jugada siguiente, con un contrataque perfecto de los gallegos llegaba el centro desde la izquierda que Borja Iglesias convertía en gol. A partir de ahímel Racing se quedó sin ideas, y lo intentó con más corazón que cabeza. El partido terminó con la victoria celeste, los de Santander merecieron más pero la falta de acierto los condenó.
La enfermería llena
A los ya lesionados Cerro, Iñaki, Fede o Granero, hay que añadir las bajas de Kamal, con un esguince en su tobillo derecho y a Mikel Santamaría, que sufrió un pinchazo en su cuádricpes derecho, ambos quedan pendientes de evolución. El centro del campo es la zona más resentida con tres jugadores claves claves en el esquema del técnico y eso obliga a realizar pruebas que en partidos como el de Vigo resultan arriesgados. La necesidad obliga al entrenador del Barrio Pesquero a realizar experimentos y a tirar de la cantera, por ejemplo la titularidad ayer de Óscar y Unai, este último debutaba en partido oficial con el primer equipo.
Con la cabeza en el Atletico Astorga
Es pronto para sacar conclusiones, pero el Racing necesita esfuerzo en todas las líneas del equipo para afrontar el choque de este fin de semana contra el Atlético Astorga en el Sardinero. En la Albericia se esperan un par de fichajes para apuntalar una plantilla que se antoja corta para los 10 meses de competición. Un hombre que asegure goles es lo más cotizado, aunque cualquier jugador que traiga la secretaría técnica será bienvenido por una plantilla que ayer contaba con varios integrantes del segundo equipo.
El equipo debe tener la cabeza en el próximo partido y olvidar este tropiezo, como hizo en la temporada 2013-2014 para terminar la liga con el ascenso frente al Llagostera.