Roberto Canella, que empezó siendo un descarte para Abelardo, se ha ganado a Rubi y a la "Mareona" a base de esfuerzo, coraje y corazón.  Resurgió de sus cenizas, aprovechando la primera oportunidad que le dio Abelardo contra el Sevilla; el capitán respondió con una brillante asistencia. 

Sin contar con apenas más oportunidades, Rubi, nada más llegar al banquillo, decidió alinear al asturiano, adelantando la posición de Isma López. Desde la llegada del técnico catalán, Canella (siempre que ha estado al cien por cien físicamente) ha sido el amo y señor del lateral izquierdo.

Contundente en defensa, y también decisivo en ataque, pues ha anotado dos goles esta temporada en dos partidos clave (contra Leganés y Osasuna). También el asturiano es de los pocos jugadores que no reciben quejas de la afición por su lucha interminable en cada partido. Buena la temporada que cuadró el capitán asturiano, teniendo en cuenta que la temporada 15/16 no tuvo continuidad alguna y que en la 16/17 empezó siendo un descarte, hasta tal punto, que Abelardo le dijo que buscase una salida. 

Todo fue trabajo y corazón para ganarse a la afición. Vuelve a dar la mejor versión de sí, y vuelve a ser titular indiscutible, al igual que en las temporadas anteriores a su cesión al Deportivo. Es el que más partidos lleva, y seguirá sumando partidos defendiendo sus colores, pues el jugador no se plantea salir, y el club está muy contento con él.

No se plantea dejar del club de su vida, y menos ahora que más se le necesita. Porque a los de casa se les quiere, y siempre se les querrá, porque no hay Fernández que pueda estropear o gastar nuestro tesoro, Mareo. Clara representación de los valores de la cantera y de la casta que crían las categorías inferiores del Sporting.