Más de cien años después, Fernando Villaverde vuelve a El Molinón. La Asociación Anselmo López ha puesto un mural de este exjugador en El Molinón para recordar al que fue la primera estrella del Sporting a principios del siglo XX.

Villaverde debutó con el club rojiblanco en 1911 y fue uno de los jugadores que formó el equipo que disputó el primer partido oficial en la Copa de España en 1917 frente al Arenas de Gecho, donde lucía el brazalete de capitán. Sin embargo, una grave lesión en una pierna que sufrió en un encuentro ante el Sporting de Vigo le apartó de forma prematura de los terrenos de juego cuando ya estaba muy cerca de ser convocado con la Selección Española para ir a los Juegos Olímpicos de Amberes.

Era un delantero habilidoso, que destacaba por su potencia física y su rapidez, así como por su ambición goleadora. Tras su retirada, con tan solo 25 años, pasó de jugador a ejercer de árbitro, aunque pronto entraría en la entidad gijonesa para colaborar como directivo del Sporting durante las etapas presidenciales de Ismael Figaredo, Pedro Garnung, Emilio Tuya y Félix Guisasola.

El nuevo mural de Fernando Villaverde colocado en El Molinón, obra de XAV, mide 4x2,5 metros y está situado en el acceso al campo por la puerta 0. Junto a él, hay una placa realizada en metacrilato en la que se describe al exfutbolista rojiblanco que, posteriormente, llegaría a convertirse en el socio número uno de la entidad hasta su fallecimiento.

El mural es una iniciativa sufragada por la Asociación Anselmo López, que pretende que figuras históricas que han estado ligadas al Sporting estén presentes en el estadio rojiblanco, como fue el caso del busto del primer presidente sportinguista que se encuentra en el túnel de vestuarios de El Molinón.