Tras la oleada de acontecimientos que se produjeron en la tarde del pasado domingo en la Unión Deportiva Almería, con la destitución de Fernando Soriano y de Andrés Fernández de sus respectivos cargos, la entidad andaluza, con Alfonso García a la cabeza, se ha puesto manos a las obras para cubrir los puestos que han quedado vacantes.
El primero de ellos ha sido el de director deportivo. Pese a que el máximo mandatario anunciara que sería él mismo quien acometería la contratación del nuevo técnico, ha decidido contar con el apoyo de Raúl Lozano, otrora futbolista del club almeriense, que ya desempeñó la labor que ejercerá hasta el final de la presente temporada en el Mediterráneo en las filas del Sporting de Gijón entre 2012 y 2016, año este último en el que se desvinculó del cuadro asturiano tras la llegada a este de Nico Rodríguez, que se encargó de acaparar todo el protagonismo en lo que a la confección de la plantilla se refiere, dejando en un segundo plano al castellanoleonés.
Con 40 primaveras a sus espaldas, Raúl Lozano se ha labrado una importante trayectoria en el mundo del fútbol, habiendo permanecido durante tres campañas en el club al que ahora aterriza. Como hecho destacable, cabe resaltar que él fue el encargado de sellar una permanencia en Segunda División de forma matemática en la penúltima jornada de la 2004/2005, anotando un gol en el minuto 89 en el Colombino frente al Recreativo de Huelva.
Fue en 2006 cuando finalizó su etapa en el equipo indálico para emigrar al Orihuela y acabar colgando las botas, dos cursos después, en el Guijuelo.
Ahora, el de Salamanca se desenvuelve en los despachos y tiene ante sí la empresa de contribuir a que el Almería logre salvar la categoría. La primera de las tareas que se le han encomendado, dar con el entrenador que se encargue de sustituir a Fernando Soriano y que sea capaz de revertir la situación de un equipo que se encuentra, actualmente, colista en la tabla y a cuatro puntos de la permanencia.