Prince Boateng se ha convertido en la indudable referencia ofensiva de Las Palmas a nivel goleador. Crea espacios, se mueve entre líneas, tira desmarques e incluso ve portería con facilidad. Su lugar en el campo es, a efectos teóricos, en la línea de tres que está llamado a formar con Tana y Jonathan Viera. Sin embargo, en la práctica el futbolista ghanés tiene libertad a partir de tres cuartos de campo para buscar el remate. Y lo encuentra.

No es sencillo para un centrocampista frecuentar zonas ofensivas. Y es que Boateng ha marcado los cinco goles que suma esta temporada desde dentro del área. Además, siempre que ve puerta lo hace a pares, es decir, en dos jornadas consecutivas. Lo hizo en las dos primeras fechas ligueras (ante Valencia y Granada) y en las jornadas nueve y diez, frente a Villarreal y Celta.

Boateng promedia 0,45 goles por partido en La Liga

Junto a él, los otros tres mediocampistas con cinco tantos son Pedro León, Raúl García y Rafinha. Prince es el segundo de ellos con mejor promedio goleador (0,45 por partido, es decir, cinco tantos en once encuentros). Esta estadística está por encima de los guarismos de Livaja (0,20, con dos dianas en diez duelos) y de Araujo (0,18, con dos goles en once choques).

Tan solo Rafinha le supera como centrocampista más eficiente de cara a gol de ese grupo: cinco tantos en ocho partidos (promedio de 0,62 por partido). Pedro León y Raúl García suman los mismos en trece encuentros (promedio de 0,38). Los números de Boateng no son casualidad, dado que es un jugador de vocación ofensiva acostumbrado a despuntar cerca del área.

Goles en medio de la presión

Si algo caracteriza los goles de Prince es un factor común en todos: la presión del momento en que marca. Sus tantos no valen para sentenciar partidos, ni siquiera ve puerta en mitad del sosiego que da un resultado holgado. Desde que marcara en la primera jornada en Mestalla, convierte todas sus dianas para abrir el marcador o para aportar en una remontada.

Valencia 2-4 Las Palmas - Minuto 30

Primer partido oficial y primer gol. La temporada había empezado torcida en Mestalla con un tempranero gol en contra de Santi Mina. Pero la Unión Deportiva no estaba dispuesta a comenzar el curso con derrota. Primero Livaja y luego Viera dieron la vuelta al marcador. Fue entonces cuando llegó el momento de Boateng. Superado el ecuador del primer tiempo. Giro de cuello magistral para colocar el esférico lejos del alcance de Ryan, pegado al poste derecho.

Ese tanto fue el tercero de Las Palmas en el partido, pero en una vorágine de locura futbolística nadie podía asegurar que el marcador no se volviera a mover. Y así fue. Otra vez Santi Mina, recortando distancias, impulsó a un conjunto che que agobiaba pero no asfixiaba. Al final, contragolpe de libro ejecutado por Araujo y gol de Livaja. Primer recital ofensivo de los amarillos y primer grano de arena de Boateng en forma de testarazo impecable.

Las Palmas 5-1 Granada - Minuto 51

Segundo partido oficial y segundo gol. Debut liguero en el Estadio de Gran Canaria frente al Granada de Paco Jémez, donde el conjunto de Setién dejaba su impronta de calidad: circulación de balón, combinaciones fructuosas, apoyos constantes entre compañeros...y mucha pegada. El Zhar abrió la lata, pero Boga puso las tablas antes del descanso. Sensaciones contrapuestas en ese momento. Tras la reanudación, turno de reaccionar.

En el minuto 51, un pase en largo de Javi Varas sobre Marko Livaja habilitó al delantero croata y posibilitó una jugada en superioridad de los atacantes amarillos. Boateng entró desde atrás, aguardó inteligentemente y saltó, ante la oposición de Ochoa, para rematar el centro del balcánico. El cuero se introdujo en la red pese al golpe que el meta propinó al ghanés en la disputa. Ventaja local que no se escaparía; es más, se acrecentó hasta llegar a los cinco. Eso si, Kevin-Prince no jugó ante el Sevilla como consecuencia del choque.

Villarreal 2-1 Las Palmas - Minuto 30

El Madrigal fue testigo de uno de los mejores goles del año. Tanto que ya suena como posible candidato al Premio Puskas 2017 (no entró en el marco de tiempo establecido para que lo fuera en la edición 2016). Una jugada colectiva de Las Palmas, con toque, claridad, paredes y una definición acrobática tras asistencia de tacón de Tana. Así se resume el tanto con el que Prince abrió el marcador ante el Villarreal.

El Submarino Amarillo remontó posteriormente a través de Sansone y Bakambu, pero en primera plana de los medios nacionales e internacionales fue noticia el gol de la Unión Deportiva. Otra vez en un momento complicado, con empate a cero en el marcador en un estadio, hasta entonces, invicto durante la presente campaña. Pura magia.

Las Palmas 3-3 Celta - Minuto 68

Un partido alocado y de ritmo vertiginoso en Siete Palmas acogió una remontada agónica de Las Palmas. El cuadro gallego se había adelantado, poniendo tierra de por medio con goles de Wass y un doblete de Iago Aspas. Pero tras el descanso, los amarillos reactivaron la maquinaria y se pusieron manos a la obra. Bigas, de cabeza, y Viera, de penalti, recortaron distancias.

Fue Boateng, en el minuto 68, cuando culminó una de las mejores combinaciones del partido. Un pase en profundidad de Viera sobre Macedo permitió que el lateral brasileño, desde línea de fondo, asistiera al ghanés, situado en boca de gol. Empate en el electrónico que desató el júbilo en el graderío local. El resultado no se movió y el tanto de Prince supuso un punto para Las Palmas, acreedor en el segundo acto de, al menos, evitar la derrota.

Las Palmas 3-1 Athletic - Minuto 40

El último gol del ex del Milán, entre otros, llegó para desatascar el encuentro en el momento menos esperado. Una bonita jugada entre Tana y Vicente volvió a dejar a Macedo listo para centrar y poner el esférico en bandeja de plata. No lo desaprovechó Boateng para abrir la lata, superando en el duelo a los centrales y anticipándose a Kepa Arrizabalaga.

No salió en la segunda parte por un golpe en la cabeza del peroné y Momo ocupó su puesto, pero su huella va calando en la afición y en el vestuario, que lo ven como una pieza clave en el esquema táctico y emocional, como integrante de un grupo humano. Su adaptación sigue sorprendiendo fuera de las fronteras insulares, pero lo cierto es que Boateng parece insaciable.